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Soy actor no héroe: Harrison Ford

El País

Madrid, España.- Vino a España hace un mes a presentar Hollywood. Departamento de Homicidios, una comedia de Ron Shelton (Los Búfalos de Durham) donde interpreta a un detective pluriempleado como agente inmobiliario y en la que comparte reparto con Josh Hartnett y Lena Olin.

Llegó acompañado de su novia Calista Flockhart (Ally MacBeal), sobre la que prefirió no hacer ningún comentario. Comió con ella en un céntrico hotel madrileño y, poco después, como receloso de su intimidad cuando entraron juntos en el hotel para realizar las entrevistas y un poco en actitud de sopor digestivo a la hora de la siesta, se presentó ante los periodistas con un poco de pereza.

Todos los entrevistadores coincidimos en su distancia, en su frialdad, en su poco amor a las entrevistas: “Soy un hombre serio y silencioso”, ha confesado en más de una ocasión, “me gusta actuar y no explicar lo que hago”.

Se puede permitir el lujo de lo que quiere, nosotros los periodistas siempre sufriremos el vértigo de pensar si nos dará o no ese ansiado titular. Él es Harrison Ford o Indiana Jones o el mítico Han Solo de La Guerra de las Galaxias o uno de los privilegiados protagonistas de Blade Runner.

En las encuestas sigue siendo uno de los actores más deseados a pesar de haber traspasado el umbral de los 60 años y cobra más 20 millones de euros por proyecto. Aficionado a la carpintería, propietario de una flotilla de aviones que pilota él mismo siguiendo la moda de otras estrellas tras la tragedia del 11-S (tiene cinco, entre ellos un jet Gulfstream IV que utiliza para trasladarse los fines de semana desde Manhattan a su rancho en Wyoming), jugador de tenis ocasional, confesó “no tengo gen deportivo” cuando recibió la insignia de oro y brillantes del Atlético de Madrid tras el acuerdo del club madrileño con la multinacional cinematográfica Columbia Tristar.

Hablemos de su nueva película. ¿Es verdad la leyenda de que existía un guión de Hollywood. Departamento de Homicidios y hubo que cambiarlo porque se difundió por Internet?

“Es la primera noticia que tengo, no le puedo comentar nada. El problema de Internet es que las fuentes son anónimas y no se puede comprobar si la información es verdad. Todo lo que aparece en Internet no tiene más valor que el de la pura especulación.

A mí no me preocupa en absoluto. Sospecho que a Ron Shelton o a George Lucas tampoco. Yo sólo leí unas cuantas páginas del guión antes de decidirme a interpretar este personaje, nunca pude leer el guión completo, así que me la jugué. Me arriesgué. Me pareció buena idea hacer una comedia en ese momento de mi carrera y me lo pasé muy bien trabajando con el equipo, y la idea de la película me gustó”.

¿Se arriesgó porque era una película comercial y sabía que triunfaría? ¿Nunca apuesta por proyectos independientes?

“Lo de las diferencias entre las películas independientes y las de estudio es en cierto sentido una leyenda. Los estudios ya no funcionan como antes, ya no tienen férreo control sobre los proyectos. Me explico. Los directores noveles que hacen una película independiente y triunfan, a pesar de su espíritu de outsiders, en cuanto consiguen ese éxito se ponen a hacer películas con presupuestos astronómicos.

Así que es puro mito eso de que haya una enorme barrera entre unas y otras películas. Sí que he hecho películas independientes. Una película como K-19 es, por definición, una película independiente: no participaba ningún estudio, pero tenía un presupuesto de 100 millones de euros porque hacía falta ese dinero para contar la historia. Creo que el concepto de películas independientes es bastante más complicado de lo que podría parecer”.

¿Cree en los fenómenos paranormales?, ¿Le parece acertado que en el guión de Hollywood... sea fundamental Lena Olin en su papel de vidente?

“Nunca me ha pasado nada parecido, así que ni creo ni dejo de creer. Pero ¿por qué no puede una vidente ayudar a resolver los casos de la policía?, al fin y al cabo esto es una comedia. ¿Fue una buena idea, o no? No sé, pero es lo que Ron Shelton decidió cuando escribió el guión con Robert Souza, un ex policía y éste de crímenes sabe bastante”.

¿Por qué no ha hecho más comedia en su carrera, se lo imponen los productores?

“Siempre tomo yo las decisiones en mi carrera. A mí nadie me impone nada. Quería hacer comedia, para cambiar. Me han ofrecido varios guiones de comedias, pero no me veía en ninguna. La mayoría de las que se han hecho en los últimos años estaban destinadas a un público más joven y por eso los actores son también muy jóvenes.

A mí siempre me ha interesado rodar películas de distintos géneros. Lo último que hice parecido a Hollywood. Departamento de homicidios fue Seis días y siete noches. Creo que es gusto personal. Hay una variedad de motivos. Intento ser útil en distintos géneros y de distintas maneras en mi trabajo”.

Da la impresión de que usted es un hombre pacífico, tranquilo, ¿cómo entra en el juego de interpretar a un héroe de acción?

“Yo soy actor y he hecho muchas películas diferentes. Algunas de las que han tenido más éxito han sido películas de acción, pero nunca quise ser un héroe de acción ni nada de eso. Me siento muy afortunado porque nunca pensé que pudiera llegar a donde he llegado en mi carrera. Mis personajes en películas de acción o de aventuras son los que mejor han funcionado. Pero no interpreto siempre a héroes. He hecho otras cosas, he interpretado a policías, abogados… El término héroe es un lugar común”.

Desprecia el término, pero en la vida real se ha comportado como un héroe

“No, no lo soy”.

¿No salvó usted la vida de un esquiador?

“No, te repito que yo no actué como un héroe sino como un piloto. Llevaba estudiando tres años en la Academia de Conductores de Helicóptero y sólo desempeñé un servicio público llevando a una mujer al hospital que estaba al otro lado de la montaña. Pero no hay nada de heroico en eso. Ella estaba en el mismo peligro que yo puedo estar cuando vuelo. Pero no hay paralelismo de ningún tipo.

No pensé en aquellos momentos en actores que hubieran interpretado thrillers de acción ni pensé soy un macho o un héroe que pasará a la historia. Lo digo sobre todo por los periodistas americanos sensacionalistas que les encanta difundir este tipo de tonterías. De verdad, me dejan alucinado siempre intentado tener acceso a todo, estar en todo lo que ocurre y promover esa imagen mía de macho salvavidas... ¿Qué los hace decir que hice algo más de lo que se esperaba...?, ¿dónde está lo extraordinario? No tenía otra opción”.

Tiene usted más de 60 años y se da en Hollywood... unas carreras impresionantes como hace 20 años cuando interpretó El Fugitivo, ¿se ha entrenado?

“No me voy a ningún sitio raro para prepararme físicamente. No interpreto personajes que tengan supercuerpos ni que tengan una fisonomía anormal. Interpreto a un policía corriente. No tengo gen deportivo. Me gusta jugar al tenis y lo hago cinco veces por semana, pero no me preparo de ninguna otra forma especial”.

Siento insistir sobre los héroes. Ahora empiezan a aparecer cada vez más heroínas, como en Los Ángeles de Charlie, Lara Croft…, ¿está cambiando Hollywood?

“No lo había pensado, pero supongo que es verdad. No soy un estudioso del mundo del cine, sólo es mi trabajo. No paso demasiado tiempo pensando en estas cosas. Siento no tener una respuesta mejor a su pregunta”.

Usted fue presidente de EU en Air Force One, ¿se sintió en el papel?

“Bueno, me pareció que iba a ser un filme espectacular y el personaje me interesaba, porque no se parecía en nada a los demás que he interpretado antes. Si no siente empatía hacia el personaje, el público se da cuenta y eso perjudica el éxito de un filme. Cuando el presidente toma la responsabilidad para afrontar un problema yo me pongo en su lugar y vuelvo a la realidad para pensar qué es lo que ese hombre podía sentir en esas condiciones de poder, y me di cuenta de la gran responsabilidad que conlleva el ser presidente.

Desarrollé este personaje desde mi experiencia como ciudadano americano. Creo que es mejor hacerlo de esta forma que indagando en documentos o imágenes de la Casa Blanca. Quise dar mi visión personal. Pero fue interesante que el primer discurso de este presidente que interpreté tratara sobre los valores morales.

También aprendí lo que es la valentía de aceptar la culpa por no haber actuado de una forma más decidida y por haber hecho que mucha gente sufriera por sus decisiones. Creo que esta película creó un dilema moral interesante”.

¿Y está de acuerdo con la moral de su presidente actual, George W. Bush y la guerra de Iraq?

“Estoy preocupado por el rumbo que ha tomado la política exterior americana. Habría que hacer algo definitivo para acabar con el odio entre Oriente y Occidente. Debe ser una solución de negociación. No creo que la solución sea una intervención militar, como ha sido en el caso de Irak. No estoy de acuerdo con la decisión que tomó mi Gobierno”.

Hablando de su Gobierno, ¿por qué cree usted que su país está siempre inmerso en un algún conflicto armado?

“Mi país es muy poderoso y por eso está en el punto de mira general, pero independientemente de mi opinión, me parece injusto tratarlo en estos términos. Casi todos los países están siempre en conflicto. ¿Qué me dice de los tutsis y los hutus en Ruanda? ¿Y los indios en Pakistán? ¿Y los españoles con ETA? Los enfrentamientos han estado y estarán presentes en la historia, son una característica del ser humano. ¿Ha entendido usted lo que quiero decir?”.

De su “ronco pecho”

En su carrera ha trabajado con directores como Spielberg, Coppola, George Lucas.

-“Un momento fundamental de mi carrera fue mi participación en American Graffiti (George Lucas, 1973), en la que tenía un papel muy pequeño pero que obtuvo un gran éxito comercial y de crítica. Me abrió muchas puertas”.

-“Gracias a La Guerra de las Galaxias, pude empezar a elegir. Obviamente, mis colaboraciones con Lucas y Spielberg han sido sumamente importantes en mi carrera”.

-“Spielberg es uno de los mejores directores de cine del momento y de la historia. Es muy creativo y en el pasado hemos colaborado muy bien. Siempre hubo entre nosotros buen entendimiento. Hace años pactamos que en cuanto tuviéramos guión y surgiera la oportunidad iríamos a por la cuarta entrega de Indiana Jones”.

-“Indiana Jones me ha dado muchas cosas, no dudo que todos me recordarán dentro de unos años por este papel. Siempre me he involucrado mucho en los proyectos. Ahora me involucro tanto o más que antes porque me gusta mucho mi trabajo”.

-“Prefiero interpretar a dirigir. Creo que la dirección es un oficio muy complicado, aunque es maravilloso. Además hay que dedicarle muchísimo tiempo y hay cosas en mi vida que son muy importantes para mí, como mi familia, soy padre, tengo muchos intereses”.

-¿Qué ha sacrificado por culpa de la fama? “Sin duda el anonimato. La oportunidad de ir por la vida como observador sin ser juzgado y observado constantemente”.

FUENTE: El País

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