El SPAUJED coincide con la postura del STEUJED, en el sentido de no ceder en lo conquistado a través de la lucha sindical, señala Lilia Margarita Valdez Martínez, secretaria de Organización.
Asimismo, señala que la propuesta para ampliar la edad de jubilación de un estudio actuarial elaborado para la ANUIES, corresponde a la sola visión de un actuario, pero que la jubilación no solamente debe ser matemática sino también tomar en cuenta aspectos sociales, políticos y hasta biológicos.
“Jamás vamos a perder nada de lo conquistado, jamás”, sentencia Valdez Martínez. Sin embargo, reconoce que el Sindicato de Personal Académico coincide en muchos de los análisis y reflexiones que se hace en el estudio actuario cuyos resultados les presentaron el pasado sábado en la mañana, pero que la solución no debe ser a costa de los derechos de los trabajadores.
Aclaró que estos datos ya se conocían desde años atrás y, sin embargo, de nivel federal no se hizo nada para solucionar la problemática que representa desde estos momentos la jubilación.
La dirigente del SPAUJED señala que hay un mensaje subliminal de las autoridades universitarias para modificar cláusulas del Contrato Colectivo de Trabajo, pero la opinión de los trabajadores, agregó, es no ceder a lo ya logrado.
La postura es que las cláusulas no se modifiquen en perjuicio, y si se crean otras nunca será en detrimento de lo ya establecido, y aunque suene a slogan sesentero de los sindicatos, es una premisa activa: no ceder a lo ya conquistado a lo largo de la lucha sindical.
En esta etapa de crisis en el país, en donde los aumentos salariales son muy raquíticos, no se pueden dar pasos atrás, ni sacrificar lo ya establecido en el CCT. En este sentido, dijo, que la propuesta que las personas se jubilen a los 65 años de edad está en la mesa de la discusión, así como igualmente que se amplíe el número de años de servicio para alcanzar este derecho.
Indicó también que no está de acuerdo en que la jubilación sea por igual pareja para hombre y mujeres, y considera que debe hacer una diferenciación porque las mujeres tienen unas funciones de trabajo y los varones otras. Reiteró que hay diferencias naturales, sociales, políticas y biológicas entre hombres y mujeres y no es posible que se establezcan iguales formas de jubilarse.
Indicó que la ampliación a los años de servicio es otro punto que está en la discusión, porque no es lo mismo estar 30 años detrás de un escritorio a estar trapeando; o que si una persona que haya cumplido 30 años de servicio, y 50 años de edad, tenga que esperar otros 18 años más para jubilarse, cuando tiene padecimientos como diabetes, hipertensión arterial u otras enfermedades.
En este sentido, reitera que la jubilación no es sólo matemática, sino que deben tomarse en cuenta las cuestiones políticas, sociales y biológicas. No debe prevalecer sólo la visión de un bufete actuarial.