Torreón, Coah.- Mientras platica, su mirada se pierde en el pasado; es que tiene tanto que contar...
Llegó impecablemente vestido; su espeso bigote y sombrero, las botas y el pantalón de mezclilla son su rasgo distintivo. Roberto Santalucía ha sido siempre hombre de rancho; ni los años de gloria que vivió con la Rondalla de Saltillo hicieron que perdiera el ?piso?. Ya no es tan joven como entonces y él lo sabe, pero a pesar de ello tiene fe en que a la gente le gustará su primer disco como solista, sí apenas el primero, ese que le costó 20 años de esfuerzo.
También conocido como ?El Gato?, este originario de San Pedro, Coah., interpreta boleros norteños y algunos más dentro de su mismo género. Aún recuerda cuando estuvo en la Universidad Antonio Narro de la capital del Estado. Él sabía de la importancia de la Rondalla de Saltillo; oía sus canciones y discos. Estaba al pendiente de su música por su situación romántica, pero jamás pensó ni soñó en pertenecer a ella.
Roberto no se sentía capaz de audicionar, sólo de pensar que iba a estar delante de ellos -los integrantes- le sudaban las manos; pero con todo y su temor acudió a petición del director de la rondalla, quien sabía que él cantaba y tocaba la guitarra.
Luego de interpretar Te Juro que te Amo -de los Terrícolas- y una ranchera, la de Qué Bonito, con un simple ?véngase mañana? supo que estaba adentro. A partir de ese momento, para Roberto Santalucía todo fue giras, éxitos presentaciones en programas de televisión como Siempre en Domingo y Hoy Mismo; junto con la rondalla llegó a alternar con Lupita D?Alessio y Roberto Carlos, además de grabar en Discos Capitol de México.
En ese entonces fue cuando empezó como compositor, su tema más exitoso fue Siempre te Amaré, pero como no todo es eterno, tuvo que salir de la escuela y abandonar su querida Rondalla de Saltillo. Tras su experiencia con la rondalla, estaba más que convencido que la música era lo suyo. Comenzó a trabajar en Banrural pero se hizo muy amigo de Marcos Disama, alto ejecutivo de Discos Capitol, y se fue a México para ver la posibilidad que le grabara un disco.
Su talento era mucho y Marcos Disama lo sabía, por eso le pidió que dejara Saltillo y se quedara en México esperando ?su turno? de ser lanzado como intérprete. Esperó cinco años; pasó hambres, soledad, desilusión... pero él seguía esperando.
Antes que él había ?recomendados? que debía llevar al estrellato, así que Roberto Santalucía continuaba en la lista. ?Como para consolarme, en muchas ocasiones el señor Disama me mandó con otras personas de Discos Capitol, a la presentación de los discos de artistas como José José. Me ponía el mismo traje de siempre y comía todo lo que podía?, recordó, dejando escapar una discreta sonrisa.
El tiempo pasó, Marcos Disama se desesperó porque Juan Garrido, Roxie Rock, Rosario de Alba (ex esposa de Napoleón) y sus otros lanzamientos, fueron un fracaso. Se cansó de tanto intentar y le dijo a Roberto que se regresara a su tierra... adiós a los sueños de ser un cantante famoso.
Es sincero, dice que tuvo la oportunidad de sobresalir pero siempre y cuando se ?metiera con hombres y mujeres?, pero no lo hizo. Al regresar, le ofrecieron que se hiciera cargo de la rondalla de la Narro, campus Laguna, pero nunca dejó de buscar su oportunidad como solista.
Este verano, luego de 20 años de espera, le llegó la oportunidad de su vida: grabar su primer material bajo el sello de Discos Gas, de México. Él es el compositor de todos los temas, y con el sencillo, Altiva y Vanidosa, buscará ganarse a toda su gente lagunera para después dar el gran salto.