¿Por qué?, si sólo le doy biberón por la noche
Éste es uno de los comentarios más comunes que escuchamos de parte de las madres, y desgraciadamente debido a la falta de información, no se dan cuenta del daño tan grande que le están ocasionando a sus hijos.
Es importante saber que desde que aparecen los primeros dientes en la boca del bebé, al poco tiempo, éstos pueden presentar caries, debido principalmente al abuso en el uso del biberón, ingestión prolongada de antibióticos, algún defecto en el esmalte del diente, y básicamente la falta de cepillado en los dientes del bebé.
Analicemos las causas que originan este problema
Biberón
El darle biberón principalmente por la noche, cuando el bebé pasa de los 14 meses de edad, muchas veces causa daños irreversibles en sus dientes, ya que al estar el líquido que contiene el biberón ya sea jugo o leche, en contacto con los dientes por un tiempo prolongado, al estar la boca cerrada y no haber producción de saliva, se establece un medio que favorece la presencia de bacterias, que a su vez originan la caries.
Es muy cómodo para los padres decir, el niño no lo quiere dejar, o bien, si no se lo doy, no va a comer, y más aún, es la única forma que logro que se duerma, de tal manera que éste viene siendo un tranquilizador para los padres.
Debemos entender que el niño va a dejar el biberón cuando los padres quieran que lo haga, y la edad recomendada, es a partir de los 14 meses de edad aproximadamente, en un niño en condiciones de salud normales.
Antibióticos
Cuando le damos al bebé un antibiótico en suspensión por tiempo prolongado, no es en sí el medicamento lo que le afecta los dientes, lo que nunca nos dijeron, o no imaginamos, es que en el líquido que contiene el medicamento hay mucha azúcar para que ésta tenga un sabor agradable al niño, y obviamente, no se nos ocurre lavarle los dientes después de ingerido el mismo, siendo importante la limpieza de los dientes, después de que lo haya tomado y así evitar problemas a futuro.
Defectos en el esmalte de los dientes
No se presenta con mucha regularidad, sin embargo si no es detectado a tiempo, es el causante de lesiones severas en los dientes.
Ésta se manifiesta como una mancha, por lo regular de color café o amarilla, y se observa cómo se empieza a desmoronar el esmalte del diente, y regularmente aparecen al momento de erupcionar los primeros dientes, (aproximadamente de los ocho a los diez meses), sin embargo muchas veces se busca atención hasta que el bebé presenta dolor o incluso alguna inflamación en su boca, con el consiguiente dolor, porque inicialmente pensaban los padres, son dientes de leche y se le van a caer, para qué cuidarlos.
Es importante saber que el niño empieza a mudar sus dientes a partir de los seis años aproximadamente, finalizando hasta los 12 años en promedio, una pérdida prematura de los mismos por las causas antes mencionadas, traerá serias consecuencias en la erupción y posición de los dientes permanentes.
Cepillado
Frecuentemente los padres nos preguntan ¿en verdad le tengo que lavar los dientes al bebé?, y si es así ¿cómo le hago?, o bien comentan que su hijo de tres años, ya se lava él solo los dientes, cuando en realidad, de ninguna manera lo estarán efectuando correctamente el cepillado a esa edad.
Es importante que fomentemos el hábito de la limpieza a los niños, pero debemos saber que para que lo hagan correctamente, será hasta que tengan los seis o siete años aproximadamente.
El cepillado de parte de los padres es lo que va a determinar una buena salud bucal de sus hijos para toda la vida, la mayor parte de las veces no le damos importancia a la salud bucal, porque no tenemos la información, de tal manera que a esta edad es responsabilidad total de los padres.
Así como bañamos al niño todos los días, hay que lavarle los dientes todos los días.
Recuerde, si el bebé duerme sin que usted le limpie los dientes, éstos pueden dañarse.
Los dientes de leche también duelen, cuídelos.
El mejor momento para buscar atención dental a nuestros bebés, es cuando aparece su primer diente, y no cuando se presente su primera molestia.
Y por último, no olvidar que la prevención siempre será la mejor forma de tratamiento.
Sigamos estas fáciles recomendaciones para que tu hijo te dé su mejor sonrisa.
¡Ir al dentista es cosa de niños!