Gómez Palacio, Dgo.- Si algo es seguro en esta vida es que todos algún día moriremos. Sin embargo, a decir de Pedro Ramírez Ortiz, administrador del nuevo Panteón Municipal, pocas personas tienen la precaución de apartar “su terrenito” en el cementerio.
El nuevo Panteón Municipal tiene funcionando un año y ocho meses. El 29 de junio de 2001 fue la inauguración oficial, ese día se llevó a cabo el primer entierro. Desde entonces más de 500 personas han recibo cristiana sepultura en este camposanto.
Pedro Ramírez reconoce que aún falta mucho por hacer en el Panteón Municipal, pues fue construido en terrenos ocupados por ladrilleras, todavía hay partes pendientes de nivelar. Además existen los problemas ocasionados por los habitantes de la colonia Otilio Montaño.
En la actualidad el Panteón Municipal está divido en tres secciones. En la primera se construyen fosas con tres gavetas, en la segunda se proporciona servicio común, a la tercera le llaman “Angelitos”, pues ahí se entierran a los pequeños.
La creación de del Panteón Municipal número Tres, dice, era urgente porque en los otros ya no hay terreno, ahora sólo prestan servicios a las personas que compraron un lugar de manera anticipada.
La planta laboral del cementerio se compone de cinco panteoneros, dos jardineros, dos veladores, además del administrador.
Uno de los problemas principales del nuevo Panteón es la “loma” que colinda con el panteón, pues sin importar que esos terrenos pertenecieran al cementerio, decenas de familias de la colonia Otilio Montaño se apostaron en ellos.
Las deficiencias en los servicios públicos de la colonia -como las constantes fugas de agua- ha provocado serios problemas en las tumbas del cementerio, la humedad ha dañado ya muchas tumbas y comienzan a cuartearse.
En una ocasión, dice Ramírez Ortiz, el ex alcalde Carlos Herrera visitó la colonia Otilio Montaño, los vecinos le pidieron que no los sacara de ahí y sin saber que eran terrenos del Panteón Municipal, les permitió quedarse.
“Están mal ubicados, a los vecinos de esa colonia les pasaron el agua con una manguera y hay muchas fugas de agua, algunas tumbas ya se dañaron y cuando los deudos se den cuenta se van a molestar y a quejarse con justa razón, ya avisamos a Sideapa de este problema”.
Entre las obras pendientes de realizar está terminar de construir la barda perimetral del Panteón, pues los deudos se quejan de la mirada curiosa de los vecinos de la colonia Otilio Montaño cuando se realizan los entierros. A la fecha sólo una malla divide al cementerio de ese sector.
Morirse cuesta
El Panteón Municipal ofrece diferentes servicios y costos a los deudos. El “Servicio común”, incluye: terreno, fosa, derecho de inhumación, con un costo de 380 pesos, mientras el “Servicio de una gaveta” cuesta mil 110 pesos: terreno, gaveta, fosa, juego de tapas, tapado y derecho de inhumación.
El servicio más caro es de tres mil 360 pesos e incluye: tres gavetas de concreto o block, derecho de inhumación, dos juegos de tapas, tapado y terreno.
“El que cuesta mil 110 pesos es el más solicitado por la gente debido a la crisis económica, pero también hemos vendido mucho el de 380 pesos, son pocas las personas que apartan su terrenito, afortunadamente los problemas de sobrecupo ya se terminaron y ahora tenemos espacio hasta para 15 años”.
Pendiente el nombre del Panteón
Desde hace tiempo el administrador del Panteón Municipal ha insistido en bautizarlo con el nombre del “Panteón de la Rosa”, pues la primera persona que se enterró en el cementerio en vida llevaba Jesús de la Rosa Fierro.
En menos de doce horas se realizó un sepelio más y el difunto también tenía el nombre de Jesús. Sin embargo hasta la fecha el Ayuntamiento no ha autorizado el nombre del “Panteón de la Rosa”.