Torreón, Coah.- Caminan por las calles ofreciendo sus productos: jugos, escobas, burritos y hasta jabones. Para sacar algo de ganancia deben pasar hasta más de 12 horas recorriendo el centro de la ciudad.
Jorge Sánchez todos los días vende burritos en las afueras de los negocios u oficinas. Sin embargo asegura que las ganancias siempre son mínimas en comparación del esfuerzo que deben realizar como terminar con los pies hinchados de tanto caminar.
“Mucha gente cree que nos va muy bien, otros se quejan porque dicen que no pagamos impuestos pero la verdad es que nos va bien mal, cómo quieren que le hagamos si no tenemos otra cosa qué hacer, todo está para la fregada”.
En opinión de Jorge no es agradable vender comida en la calle y menos si no se cuenta con un lugar fijo donde instalar un puesto: “tengo que andar con este carrito por todo el centro, no me han querido dar un permiso en Plazas y Mercados para un puesto”.
Los vendedores que tienen puestos semi-fijos en el primer cuadro de la ciudad, también se quejan. Tomás –quien se niega a decir su apellido- señala que en ocasiones es enfadoso soportar todo el smog y ruido de los camiones.
“Llevo casi 30 años viviendo de esta actividad, con esto he podido sostener a mi familia, pero no es suficiente porque siempre hay que estar contando el dinero y estirándolo para que alcance, los tiempos están muy difíciles”.
A decir de Tomás los vendedores ambulantes deben sacrificar su tiempo, incluso su salud, para sacar ganancias: “llegamos bien temprano y nos vamos hasta entrada la noche, a veces está lloviendo o haciendo mucho aire y aquí tenemos que estar”.
Martha Dávila lleva diez años vendiendo aguas frescas. Es madre soltera y también es el único sostén económico de sus hijos. “Sí me hubiera gustado trabajar en otra cosa, pero las oportunidades no se me dieron y ni modo, hay que salir adelante como sea”.
Según Martha las ventas aunque sea de comida son pésimas, pues la gente prefiere ahorrar hasta el último peso para completar el gasto de la casa: “hay muchos giros, aquí se vende de todo, pero también a todos nos está yendo muy mal”.