GRAAFF REINET, Sudáfrica, (Reuters).- Entre ovejas y la maleza de las secas llanuras del Karoo, en Sudáfrica, un grupo de destiladores de jugo de cactus arrancó una flor de los jardines de México y comenzó a hacer tequila.
La Destiladora Agave, en referencia a la planta de agave azul utilizada en México para hacer el ardiente licor, es la primera empresa de esta naturaleza afuera del país latinoamericano.
Diplomáticos de México se valieron de acuerdos comerciales para asegurar que los sudafricanos no usen la denominación "tequila" para su bebida, bautizada como "Agava", que tiene el mismo sabor y cuyas botellas han volado de los establecimientos comerciales.
Más importante aún para el director gerente Roy McLachlan, destiladores de Australia, Europa y Estados Unidos, están haciendo grandes pedidos del licor concentrado, que cuesta menos que el producto de los mexicanos, a la vez que llena un espacio dejado vacío por los latinoamericanos.
Este cuello de botella en la oferta de tequila se debe a la escasez de agaves en México. Ya que especies similares de la planta crecen en Sudáfrica, los destiladores de Karoo han aprovechado la oportunidad para llenar el vacío.