Su silueta es la de un payaso triste que trabaja en las esquinas de la ciudad
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Carlos Elasio Rodríguez Villegas, con su maquillaje de un payaso triste, se gana la vida en una de las principales calles de la ciudad, pues su objetivo es juntar para el pasaje a su tierra natal, Reynosa, Tamaulipas y reunirse este fin de año con su familia.
Después de haber pasado momentos difíciles en la Comarca Lagunera a donde llegó hace tres meses motivado con la idea de hacer fortuna en la ciudad de Torreón, decidió retornar para continuar luchando en su ciudad en compañía de sus seres queridos.
Tiene 33 años, pero desde pequeño le gustó la vida circense. En su adolescencia fue cuando decidió emprender el vuelo y ya como adulto pudo hacer realidad su sueño y trabajar como payaso en circos como Fuentes Gasca, Unión y Hermanos Mayar donde vivió buenos momentos.
La vida circense es dura y difícil, dice Carlos, quien relata que aparte de realizar su show para los niños mexicanos, la paga diaria de 80 pesos diarios incluía también el montar y desmontar el circo, lo que se torna pesado y hasta cierto punto abusivo.
Además el andar de un lado para otro y dormir en los trailers, le llegó a fastidiar, ?no le saco al trabajo, sólo que en la temporada de frío disminuye y los empresarios circenses despiden a muchos trabajadores?.
Renta el cuarto de un hotel ubicado en la calle Múzquiz en la vecina ciudad de Torreón, donde paga 50 pesos diarios. Dice que logra juntar alrededor de 100 pesos al día y de ahí saca para el hospedaje y con el resto come y viste.
Explica que trabaja en esta ciudad porque en Torreón las autoridades lo molestaban mucho, al grado que le prohibieron presentar su show de malabares en cualquier esquina de la ciudad. En esta entidad recibió apoyo de Héctor Hugo Hernández Hernández, del organismo Juventud Popular de donde recibió una credencial como miembro y para su protección.
Su familia se preocupa por él, quien atendiendo al llamado de sus padres y hermanos que lo extrañan en Reynosa, Carlos Elasio decidió retornar y recuperar el tiempo perdido. Su meta es ubicarse en un trabajo cerca de los suyos.
Ya sufrió mucho solo. Ha vivido muchas experiencias, buenas y malas. Eso lo llevó a decidir su regreso.
Su meta había sido pasar este 25 de diciembre junto con su familia, pero no logró juntar los 400 pesos que vale el pasaje a Reynosa. Ahora su esperanza estriba en que pueda reunir lo que le falta y estar allá a más tardar el día 31.