Reuters
MOSCÚ, RUSIA.- Un ataque suicida con bomba contra un tren de pasajeros mató ayer a 40 personas cerca de la región rebelde rusa de Chechenia, en un atentado que el presidente Vladimir Putin dijo que pretendía obstaculizar las elecciones del fin de semana.
El ministro ruso de Justicia dijo que el ataque, dos días antes de comicios parlamentarios, tenía las marcas de los militantes chechenos que se enfrentan a las fuerzas rusas desde hace una década.
La explosión ocurrió poco antes de las 8:00 hora local, en el segundo vagón del tren en las afueras del pueblo turístico sureño de Yessentuki, que estaba repleto de estudiantes y trabajadores que se dirigían a cumplir sus labores cotidianas.
Más de 160 personas resultaron heridas.
Trabajadores de rescate tuvieron que moverse entre restos humeantes de metal y cables eléctricos. Se encontraron con mochilas escolares desparramadas en medio de los trozos de metal, pero el tren no se descarriló.
“El acto criminal cometido ayer fue un intento de desestabilizar la situación en vísperas de las elecciones parlamentarias”, dijo Putin durante una reunión en el Kremlin con funcionarios de seguridad.
“Estoy seguro de que los criminales no lograrán nada de eso, los mismos rusos no lo permitirán”, afirmó Putin, con el enojo visible en su rostro, en su declaración transmitida por televisión.
El terrorismo, señaló, sigue siendo “cruel, traicionero, un enemigo peligroso... la gente inocente es la que sufre”.
El ministro de Justicia, Yuri Chaika, dijo que la evidencia apuntaba a las “actividades de terroristas chechenos, dirigidas a desmoralizar al pueblo”.
Nikolai Patrushev,, director de la agencia de contrainteligencia FSB que alguna vez dirigiera Putin, dijo que el ataque fue realizado por tres mujeres y un hombre. Dos mujeres saltaron del tren tres minutos antes de la explosión.
Conmoción
Testigos dijeron que la explosión conmocionó al área circundante.
“La explosión fue tan fuerte que rompió todos los vidrios, dijo una mujer anciana a la televisión. “La taza de té que estaba tomando salió volando. Sentí como si hubiera sido alzada y bajada de nuevo”.
“El tren se estaba moviendo y hubo una explosión con humo y ceniza”, dijo Gleb Kovalenko a la televisión estatal Rossiya. “Ocurrió dentro del vagón”.
El ministro del Interior, Boris Gryzlov, jefe del partido del presidente Vladimir Putin, prometió una respuesta severa.
Moscú envió especialistas para colaborar en las labores de rescate.
La explosión ocurrió en la región de Stavropol, al norte de Chechenia, donde decenas de miles de soldados rusos todavía están bajo ataques rebeldes diarios, como ocurre desde hace una década.
Fue el segundo ataque de este tipo en tres meses en la misma línea ferroviaria entre dos pueblos turísticos en el extremo sur de Rusia.
El ala extremista de los separatistas chechenos ha realizado ataques suicidas con bombas ejecutados generalmente por mujeres, que han dejado decenas de muertos en Chechenia y en otras regiones de Rusia.
De cara a las elecciones parlamentarias de mañana, las encuestas dicen que el partido favorito es Rusia Unida, respaldado por Putin, quien ha asumido una posición de línea dura contra el separatismo en Chechenia y ha enviado tropas rusas a la región desde 1999.