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México, DF.- El Grupo Financiero Santander Serfín advirtió que abandonar la postura de cautela que ha mantenido el Banco de México (Banxico) generaría una fuerte volatilidad en las tasas de interés, tipo de cambio y expectativas de inflación, lo que al final cancelaría las expectativas de reactivación económica en el país.
En su Indicador Semanal, la institución financiera considera que en las condiciones actuales, ?modificar la postura fiscal o monetaria para alentar el crecimiento de la economía no son opciones viables y sí son caminos de alto riesgo al desempeño de la economía?.
Explica que uno de los elementos centrales en el diseño de la política económica es crear las condiciones propicias para impulsar el crecimiento de la economía y el empleo.
En ese contexto, reconoce que luego de dos años de un bajo perfil en la actividad económica, han aumentado las presiones para ?emplear? la política fiscal y la monetaria para alentar a la actividad doméstica.
Subraya sin embargo que la estructura actual de las finanzas públicas limitaría de manera drástica el modificar la política fiscal actual, ?es decir, una postura expansiva, que bien redujera la carga fiscal a las empresas y familiar o que aumentara el gasto público?.
Ambos caminos, abunda, conducirían inevitablemente a un mayor déficit fiscal y posiblemente generarían mayores distorsiones y efectos negativos sobre la economía que los ?beneficios que pudiera conseguir?.
El grupo financiero refiere que en este momento las finanzas públicas adolecen de una base fuerte de ingresos no petroleros, lo que resulta significativo cuando los precios altos del petróleo no parecen sostenibles.
Prevé que las propuestas dirigidas a debilitar los ingresos presupuestarios del gobierno federal o de las empresas del sector público redundarán en mayores necesidades de financiamiento -mayor deuda pública- o en reasignaciones de gasto -recortes presupuestales- Un aumento en las tasas de interés y las expectativas de mayor inflación no serían consistentes con las posturas fiscal y monetaria, lo que generaría un deterioro en la confianza de la conducción de la política económica y con ello un aumento de la percepción del riesgo-país que reduciría la posibilidades de una expansión sostenible, agrega.