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México, DF.- El Banco de México debe enviar una señal ?fuerte y contundente? a los mercados que refrende su compromiso con el control de la inflación, ante la depreciación que ha mostrado el peso frente al dólar, estimó Francisco Gutiérrez Guzmán.
El director de Análisis Bursátil y Económico del Grupo Financiero Scotiabank Inverlat señaló, en conferencia de prensa, que luego que el tipo de cambio se ha disparado por arriba de los 10.90 pesos, el Banco de México debería anunciar un aumento del ?corto? monetario en por lo menos cien millones de pesos.
Esa acción, añadió, enviaría una señal fuerte y contundente de su compromiso para controlar la inflación ante las expectativas de que el tipo de cambio podría llegar a cotizarse entre 10.70 y 11.10 pesos.
En rueda de prensa, señaló también que la debilidad del tipo de cambio ya está teniendo un efecto sobre los precios al productor, y si este nivel se mantiene durante más de un trimestre se trasladará a los precios al consumidor, lo que afectaría la meta del Banxico de 3.0 por ciento para el 2003. Para Gutiérrez Guzmán, el comportamiento del tipo de cambio seguirá presionado por la cotización del peso frente al dólar, con lo que en las próximas semanas podría aumentar entre 5 y 10 centavos más, y para finales del año ubicarse entre 10.70 y 11.10 pesos, con un promedio de 11.00 pesos al cierre del 2003.
Consideró que el mercado cambiario está sobrereaccionado, pero el nivel actual es ?saludable? porque no resta competitividad; aunque la depreciación se ha dado de forma muy rápida, sin que ello implique que pueda presentarse una devaluación con crisis, como ocurrió en 1995.
De acuerdo con las estimaciones del Grupo Financiero Scotiabank, la inflación cerrará el año en 4.49 por ciento, nivel por arriba del 3.00 por ciento que se planteó el Banco de México.
Por otra parte, consideró que la economía está en un proceso de frágil recuperación, por lo que éste será un año ?moderadamente mejor? que el 2002, ya que el Producto Interno Bruto crecería 3.51 por ciento, nivel superior al objetivo oficial de 3.00 por ciento.
También mencionó factores de incertidumbre, como el crecimiento económico de Estados Unidos, las consecuencias de la eventual guerra entre Estados Unidos e Irak, el precio del petróleo y el riesgo que enfrentan países latinoamericanos.
A nivel interno, consideró el ambiente político y la falta de acuerdos para aprobar las reformas estructurales que requiere el país.
Si todo sale bien, dijo, el ciclo económico podría acelerarse en la segunda parte del año pero, de lo contrario, se esperaría un nuevo estancamiento de la actividad productiva y ajustes importantes en variables como el tipo de cambio, la inflación y las tasas de interés.
Subrayó que si no se logran acuerdos entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo para aprobar las reformas estructurales, aunque sean ?lights?, puede haber una desilusión de los inversionistas sobre México, por lo que se requiere enviar señales de que el país puede seguir avanzando.
Gutiérrez Guzmán opinó que después de que pasen las elecciones internas en México y se presente un mejor escenario sobre una eventual guerra entre Estados Unidos e Irak, a partir del segundo semestre del año retornará la confianza de los inversionistas hacia el país.
Por último, el director de Análisis Bursátil y Económico estimó que en este año podrían crearse entre 600 y 800 mil nuevos empleos, siempre y cuando se cumpla la meta de crecimiento de la economía de 3.0 por ciento.