26 de diciembre de 2003.
BUENOS AIRES, (AP).- Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, México, Nicaragua, Uruguay y Venezuela suspendieron la importación de bovinos y derivados provenientes de Estados Unidos a raíz del caso de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), conocida como "mal de la vaca loca", detectado en el estado de Washington esta semana.
En Argentina, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) informó a través de un comunicado que ha tomado la decisión para preservar sanitariamente a este país libre de esa enfermedad, según lo ratificó en mayo un informe redactado por expertos de la Unión Europea.
Argentina, uno de los mayores productores de carne del mundo, importa cada año apenas 48 toneladas de derivados de bovinos procedentes de Estados Unidos por unos 54.000 dólares.
Por su parte, el ministro de Agricultura de Colombia, Carlos Gustavo Cano, anunció el viernes que aunque ese país es autosuficiente en la producción de carne bovina "importamos de los Estados Unidos unas 4.000 toneladas anuales de vísceras, cuyo ingreso quedó prohibido por la aparición de esta enfermedad".
México y Brasil anunciaron el miércoles la suspensión de sus compras de carne de Estados Unidos. Chile, que no compra carne de ese país, igualmente anunció una prohibición para el ingreso del producto.
Costa Rica también se plegó a la suspensión de importaciones. El ministro de Agricultura Rodolfo Coto dijo que la misma está en vigencia desde el 24 de diciembre y se mantendrá en forma temporal mientras se analiza la situación con organismos expertos en el tema.
La EEB ataca el cerebro de los animales vacunos y puede causar daños similares en los seres humanos. Los primeros casos se registraron en Gran Bretaña en 1986 y se diseminaron a través de países de Europa y Asia.
El gobierno de Nicaragua --que importa anualmente unas 204 toneladas de carne bovina de Estados Unidos, según datos oficiales-- indicó que temporalmente no permitirá el ingreso de carne de ese país.
Líderes del sector ganadero nicaragüense habían pedido al gobierno adoptar medidas para impedir el ingreso de carne estadounidense ante el temor de que el hato nacional resultara infectado. Pero empresarios vinculados al sector hotelero --principal importador de carne de Estados Unidos-- se mostraron contrarios a la medida, a la que calificaron de "apresurada".
Venezuela también suspendió en forma temporal sus importaciones como medida preventiva. "No hay razón para angustiarse la gente porque el consumo (de carne importada de Estados Unidos) es muy pequeño", dijo a AP el director de control sanitario del Ministerio de Salud venezolano, Francisco Armada.
De acuerdo con información de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga) de Venezuela, en 2002 el consumo de carne en el país se ubicó entre 384.000 toneladas y 400.000 toneladas, de las cuales 2.006 toneladas provenían de Estados Unidos.
Latinoamérica se sumó así a Japón, China, Corea del Sur, Hong Kong, Singapur, Malasia, Taiwán, Australia, Tailandia, Rusia, Canadá y Sudáfrica, que han suspendido temporariamente las importaciones de bovinos y subproductos procedentes de Estados Unidos.