24 de diciembre de 2003.
México, (EFE).- México cerró sus fronteras a las importaciones de carne de Estados Unidos, ante la aparente presencia de un caso del llamado "mal de las vacas locas" en ese país, informó hoy la Secretaría de Agricultura.
"Como medida precautoria y ante ausencia de información cerramos la frontera a productos cárnicos de bovinos y animales vivos", afirmó a EFE Javier Trujillo, director del Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), dependiente de la Secretaría.
Un caso sospechoso de encefalopatía espongiforme bovina (ESB), la enfermedad que provocó estragos en Europa, fue detectado en Estados Unidos. Trujillo señaló que la medida tomada "no puede durar mucho tiempo porque el riesgo no es sustantivo".
"Ni el ganado mexicano ni los consumidores va a tener un impacto directo", afirmó al señalar que el caso sospechoso en el país vecino es uno solo y se refiere a "una vaca productora de leche", por lo que "no tiene que ver con cadena productora de carne".
Indicó que las autoridades sanitarias tienen la obligación de tomar una "medida conservadora que irá siendo liberalizada a medida que se tenga mayor información" proveniente de Estados Unidos, a donde epidemiólogos viajarán el próximo domingo para analizar la situación.
Trujillo puntualizó que la carne importada "la semana pasada desde Estados Unidos no registra ningún peligro para los consumidores mexicanos".
En tanto, el subsecretario mexicano de Prevención de Enfermedades de la Secretaría de Salud, Roberto Tapia, procuró tranquilizar a la opinión pública.
Señaló a una emisora de radio que "la población puede estar totalmente segura de que de haber un riesgo" será notificada.
"No vemos ningún riesgo para los seres humanos, yo diría que estemos muy tranquilos y sí muy pendientes de la información que se de en los próximos días", afirmó.
Tapia garantizó que la comunicación entre la Secretaría de Agricultura y su homóloga estadounidense es eficaz.