BUENOS AIRES, ARGENTINA.- La sexta jornada del futbol argentino que debía disputarse entre el jueves y el sábado fue suspendida como consecuencia de los hechos de violencia ocurridos hace nueve días, informó ayer una fuente de la Asociación del Futbol Argentino (AFA).
El Comité Ejecutivo de la AFA determinó la suspensión total de la jornada un día después que la justicia argentina decidiera que no se disputarán partidos en la ciudad de Buenos Aires por el lapso de 15 días.
"El Comité Ejecutivo decidió que hasta que el juez no levante la prohibición de jugar en la ciudad de Buenos Aires no haya futbol en el resto del país, en ninguna categoría", dijo un portavoz de la AFA.
"La idea es que no haya injusticias y los que estén en otro ámbito jueguen y los que están en la ciudad no", destacó la fuente.
"Cuando todos puedan jugar, se hará", agregó.
Previamente a la decisión de la AFA, el presidente de ese organismo, Julio Grondona, se reunió junto a otros dirigentes con el subsecretario de seguridad, el ex árbitro internacional Javier Castrilli, para tratar los hechos de violencia que sufre el futbol argentino.
En conferencia de prensa, Castrilli dijo que: "La dirigencia del futbol mostró preocupación y comprenden los momentos que vivimos (...) Las señales son positivas".
El ex árbitro informó que el presidente de Vélez Sarsfield, Raúl Gámez, le presentó un proyecto para que en el futuro los partidos se disputen con la presencia de los simpatizantes del equipo local, y que los seguidores del conjunto visitante no puedan acceder a los estadios.
Además, Castrilli destacó que habría que "elevar considerablemente el piso (mínimo de puntos a descontar) relacionado con la quita (pérdida) de puntos (para el equipo cuyos simpatizantes generen hechos de violencia), y que la misma sea de 15 puntos para arriba".
El lunes, la justicia argentina decidió la suspensión de los partidos en la ciudad de Buenos Aires tras prohibir a la Policía Federal intervenir en cualquier encuentro organizado por la AFA.
La decisión del juez Mariano Bergés se dispuso tras los hechos de violencia ocurridos hace nueve días durante un partido del torneo Apertura entre simpatizantes violentos de Chacarita Juniors y Boca Juniors que dejaron un saldo de 70 heridos.
Bergés remitió un oficio al secretario de seguridad Norberto Quantín y al subsecretario Castrilli.
En ese escrito aseguró que "por el término de quince días corridos a partir del martes nueve de septiembre del 2003, la Policía Federal deberá abstenerse de intervenir en cualquier actividad vinculada a organización y seguridad en encuentros organizados por la Asociación del Futbol Argentino (AFA)".