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Tabasqueñosa/Jaque Mate

Sergio Sarmiento

“Tabasco en sangre madura / y en mí su poder sangró. / Agua y tierra el sol se jura, / y en nubarrón de espesura / la joven tierra surgió”. Carlos Pellicer

Durante una visita relámpago a Villahermosa, un político tabasqueño me dice que los principales problemas del presidente Fox son provocados por tabasqueños. ¿Por tabasqueños?, pregunto un tanto incrédulo, a sabiendas de que los tabasqueños, quizá por el carácter turbulento de su tierra surcada de ríos, son muy dados a la exageración.

Sí, claro -me explica—. La principal bronca del presidente es Andrés Manuel López Obrador. Tabasqueño, por supuesto. Es su principal rival, aunque no lo reconozca públicamente. Y continúa: Es Andrés Manuel quien está poniendo la agenda política diaria en sus conferencias de prensa de la mañana. Es él quien se está convirtiendo en el verdadero rival del Presidente en los medios de comunicación. Muchas de las decisiones del Presidente, de hecho, parecen guiadas por el deseo de atraer los reflectores, que de cualquier manera los medios informativos insisten en mantener dirigidos hacia López Obrador.

Pero los problemas de Vicente Fox con los tabasqueños no se agotan en “El Peje” de Gobierno del Distrito Federal. Roberto Madrazo, el presidente nacional del PRI, es también tabasqueño: hijo de don Carlos Madrazo, quien fue gobernador de Tabasco y frustrado reformador del PRI nacional. Y como el Presidente de la República necesita desesperadamente el apoyo del PRI para la aprobación en el Congreso de su agenda de reformas, el trato con Roberto Madrazo se ha vuelto absolutamente indispensable.

Ese trato, sin embargo, ha resultado en extremo frustrante para el presidente Fox. Madrazo es un político de esos que rara vez dicen que no, por lo menos no de manera tajante. En eso Madrazo es también muy tabasqueño. El tabasqueño te dice que sí, pero no te dice cuándo. El que el presidente nacional del PRI diga que sí a una propuesta del presidente Fox no significa, por supuesto, que ésta vaya a ser aceptada por los legisladores priistas. De ahí la desesperación de Fox, que encuentra en Madrazo a un interlocutor sorprendentemente abierto en las discusiones en corto, pero que no puede transformar en votos legislativos los acuerdos o promesas.

Pero ahí no termina la pesadilla de Fox con los tabasqueños. Una de las reformas más importantes que el Presidente está tratando de impulsar en el Congreso de la Unión es la de la electricidad. Si bien el Presidente señala que ya se han hecho las inversiones suficientes para garantizar el abasto de electricidad hasta el 2006, año en que concluirá su sexenio de gobierno, insiste en que una reforma eléctrica es necesaria para facilitar la realización de nuevas inversiones que impidan una nueva crisis energética en el próximo sexenio.

La iniciativa presidencial de reforma de la electricidad ha entrado al Congreso por la Cámara de Senadores. Pero ahí el senador priista Manuel Bartlett Díaz se ha convertido en el gran arquero que ha impedido su aprobación. Pero ¿qué tiene que ver Bartlett con la compleja relación entre el presidente Fox y los tabasqueños? ¿No es acaso poblano? No, Bartlett es realmente tabasqueño. Es verdad que nació en Puebla de manera fortuita, pero su familia procede de Tabasco. De hecho, su padre, don Manuel Bartlett Bautista, fue gobernador constitucional del estado entre enero de 1953 y marzo de 1955, cuando unos motines estudiantiles provocados por un alza en el pasaje del transporte urbano lo obligaron a pedir licencia y a salir de la entidad. Ese Bartlett vehemente que hoy se opone con atrabancada pasión a la apertura eléctrica no tiene el carácter apacible y conciliador de los poblanos. En él aflora inevitable la tropical vena tabasqueña.

Pero ahí no termina la pesadilla para el Presidente. El senador que ha asumido la defensa de la reforma eléctrica es Juan José Rodríguez Prats, también tabasqueño. Y éste le ha metido tanta enjundia al tema como Bartlett. Quizá si la discusión no la hubiesen monopolizado estos dos impetuosos tabasqueños, hace tiempo que se hubiera encontrado algún arreglo. Quizá el propio Fox no se dé cuenta de que su presidencia es rehén de los tabasqueños. Pero es lógico que no lo entienda. Cómo podría, después de todo, un plácido guanajuatense comprender los arrebatos y enconos turbulentos de los tabasqueños.

Apagón

Pretender que el apagón de Nueva York del 14 de agosto es producto de la propiedad privada de la electricidad en Estados Unidos es tanto como suponer que el apagón del sureste de este 2 de septiembre es consecuencia de la propiedad gubernamental de la Comisión Federal de Electricidad. Lo único que es claro es que la falta de inversión favorece los apagones.

Correo electrónico: sergiosarmiento@todito.com

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