LONDRES, (Reuters) - El tamaño importa, al menos cuando se trata de un cambio de sexo espontáneo.
Ya sea un minúsculo crustáceo o un pez de 1,5 metros de largo, las criaturas que cambian espontáneamente de sexo lo hacen cuando alcanzan el 72 por ciento de su tamaño corporal máximo, dijo el miércoles un grupo de científicos.
David Allsop y Stuart West, de la Universidad de Edimburgo en Escocia, estudiaron docenas de especies de animales que cambian de sexo como peces, gusanos, camarones y moluscos y todos ellos siguen la misma regla cuando modifican su género.
"El 98 por ciento de la variación en el tamaño en el cambio de sexo en 121 especies puede explicarse por esta regla del 72 por ciento de su tamaño corporal máximo", dijo en una entrevista Allsop, un biólogo evolucionista.
El cambio de sexo espontáneo es relativamente común en las especies acuáticas inferiores que poseen sistemas reproductores simples. La mitad de las criaturas cambia de macho a hembra y el resto a la inversa. Independientemente de en qué forma cambien, las criaturas que alteran su género pueden preservar posteriormente su capacidad reproductiva con éxito.
"En su vida, son madre y padre en momentos diferentes. Eso es lo sorprendente", agregó.
Allsop, quien reportó los hallazgos en la revista científica Nature, dijo que las criaturas alcanzaron el 72 por ciento de su tamaño máximo y entonces algo desencadena el cambio de sexo, pero no están seguros de lo que es.
"Nuestros resultados indican que hay factores subyacentes que favorecen el cambio de sexo y que son notablemente similares en todos los animales", dijo.
"Es sorprendente que simples ideas teóricas pueden explicar potencialmente una característica universal de crecimiento y reproducción a través de diferentes grupos", agregó West en un comunicado.