AP
JERUSALÉN.- Las fuerzas israelíes en Cisjordania mataron por lo menos a diez presuntos musulmanes extremistas en dos enfrentamientos armados, el más reciente ayer en el devastado campamento de refugiados de Jenín.
Con el respaldo de helicópteros armados y tanques, las tropas israelíes mataron a cinco militantes armados del grupo Yihad Islámico en un escondite en el campamento. El ejército había informado que otra persona también murió pero después se rectificó, indicando que estaba entre varios heridos que lograron escapar.
La incursión comenzó el viernes al alba, cuando vehículos blindados rodearon la vivienda. Fueron repelidos por palestinos que disparaban desde la azotea y desde un callejón adyacente, dijo el ejército. Los militares israelíes respondieron el fuego, matando a cinco de ellos.
Los militantes habían concluido la vigilancia nocturna del campamento y acababan de regresar a su escondite para desayunar y descansar, cuando las fuerzas israelíes rodearon su vivienda, dijo un líder local del grupo Yihad Islámico, Sheik Bassam Saedi.
Con el objeto de terminar con los grupos palestinos violentos en Cisjordania, las tropas israelíes demolieron el centro del campamento, los combates en la zona han dejado 75 muertos, 52 palestinos y 23 soldados israelíes.
En la víspera, otra fuerza israelí penetró al poblado vecino de Tamoun, en busca de extremistas, y cinco palestinos murieron en un tiroteo. Los militares dijeron que por lo menos tres de ellos pertenecían al grupo islámico Hamas y encabezaban una lista de fugitivos.
Cuando las tropas israelíes registraron el escondite hallaron un cinturón con explosivos, al parecer que iba a ser usado por un atacante suicida. En ambas operaciones, los soldados hallaron fusiles automáticos M-16 y Kalashnikov, además de munición almacenada, dijo el ejército.
El jueves, las tropas israelíes en busca de extremistas en las colinas del sur de Cisjordania, mataron por error a dos israelíes, al acribillarlos desde un helicóptero. El vehículo, en que estaba sólo uno de ellos, fue perforado por 200 proyectiles. Ambos eran guardias de seguridad de una antena de teléfonos celulares, que se habían detenido en el camino, para preparar café.
Danny Yatom, un legislador de oposición del Partido Laborista, dijo que el incidente demostraba que los soldados usaban excesiva fuerza.