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Tantas preguntas

Cecilia Lavalle

Leo una nota y otra. Leo hoy como leí ayer. Escucho los discursos por radio y veo las escenas por televisión. Y por cada informe proveniente del frente de batalla o de Washington o de Londres, a mí me asaltan muchas preguntas. ?Tantos informes, tantas preguntas? diría el dramaturgo alemán Bertold Brecht.

Pronto los iraquíes conocerán el sentimiento de compasión de los norteamericanos, dijo George W. Bush en el discurso que pronunció ante el Congreso para pedir más dinero para la guerra. ¿De cuál sentimiento habla? ¿Del compasivo sistema de bombas por alimentos? ¿Cuántas muertes de iraquíes se necesitan para mostrar su lado compasivo? ¿Cuántas de norteamericanos?

A lo largo de los días que lleva la guerra, misiles y bombas han caído en viviendas, en barrios populares, en zonas agrícolas, en al menos tres mercados, en centros comerciales, en un hospital. Una y otra vez los altos mandos militares anglo-norteamericanos han dicho que: ?el área no estaba catalogada como objetivo militar?. ¿Y ahora qué? ¿Un ?usted disculpe? es lo conveniente? ¿Bastará la explicación a las madres de los muertos, a los padres de las muertas, a los hijos e hijas, esposos y esposas de los muertos? ¿Deberá bastarles la explicación a las personas heridas, mutiladas, discapacitadas por el resto de sus vidas?

Al ver imágenes de presuntos soldados británicos muertos, el primer ministro Tony Blair se declaró ?horrorizado?. ¿La flema británica no le ha permitido horrorizarse ante las escenas de niños y niñas literalmente descuartizados por las bombas? ¿No le horroriza la muerte de hombres, mujeres, niños y niñas iraquíes? ¿O no importan, al fin que son ?extranjeros??

Cuando se transmitieron imágenes de soldados norteamericanos capturados y muertos por los iraquíes, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, condenó el hecho y afirmó que era una violación a la Convención de Ginebra. ¿De cual falta de respeto a las leyes internacionales habla? ¿Del mismo con que su gobierno trató a la ONU para invadir Iraq? ¿De cuál Convención habla? ¿De la que su gobierno no observa en Guantánamo con los supuestos miembros de Al Qaeda? ¿De la que exige que los civiles sean protegidos incluso si están mezclados con personal militar? ¿De esos civiles que han muerto o resultado heridos producto de la utilización norteamericana de las prohibidas bombas de racimo?

A este mismo respecto el teniente general John Abizaid calificó las imágenes de ?repugnantes? y consideró su difusión como ?absolutamente inaceptable?. ¿Las imágenes de iraquíes muertos o heridos, no le son repugnantes? ¿Cuál parte de esta invasión de conquista le parece aceptable?

?Nuestra causa -dijo Bush en días pasados durante su alocución radial semanal- que es la de la seguridad de los países que ayudamos y la paz en el mundo, es justa?. ¿Cuándo les nombraron la policía del mundo y los sherifes de la paz? ¿Fue en una elección democrática? ¿Cómo para cuándo termina su misión? ¿Y si medio mundo piensa que los que amenazan la seguridad y la paz son ustedes? ?Nuestra nación entró en esta guerra con reticencia (¡se hicieron tanto del rogar!), pero con un objetivo claro y determinado: (Déjeme adivinar: ¿establecer su presencia estratégica en un país que tiene las segundas más importantes reservas petroleras del mundo?, ¿dejar claro quién manda en el planeta? ¿No?) Desarmar a Iraq (Ah) de sus armas de destrucción masiva (¿ustedes sí saben dónde están?), poner un punto final al apoyo prestado por Saddam Hussein al terrorismo (¿que el malo no se llamaba Osama bin Laden y por eso invadieron Afganistán?) y liberar al pueblo iraquí? (cuando habla de ?liberar? ¿se refiere a la muerte concebida como una ?liberación? de los sufrimientos en esta vida?, porque de ser así su misión está siendo un éxito).

?Los objetivos que hemos establecido en esta guerra ?afirmó Bush el tres de abril- son dignos de Estados Unidos, dignos de todos los actos de heroísmo y generosidad que se han realizado antes?. ¿Qué tan digno es invadir uno de los países más pobres del planeta? ¿Qué tan heroico es masacrar a una población indefensa? ¿Qué tan generoso es destruir un país y hacer un negocio redondo con la reconstrucción?

La fotografía de los cadáveres de una madre con su niña de meses me abofetea. La imagen de un pequeño de dos años, carita empolvada, lleno de sangre me golpea. La escena de un adolescente mutilado me duele al alma. ¿Cómo podremos perdonar todo esto?

Tantos informes, tantas preguntas.

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cecilialvalle@hotmail.com

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