El acuerdo del Consejo Directivo del Sistema Municipal de Agua y Saneamiento en el sentido de aumentar el costo de las tarifas del servicio de suministro, genera un debate local. La decisión fue tomada por unanimidad de votos, lo que revela un consenso entre autoridades y ciudadanos que concurren como consejeros con la representación de diversos organismos intermedios de la sociedad.
El aumento entrará en vigor mensualmente en forma paulatina hasta alcanzar un 10.2 por ciento anual acumulado al último día del año 2004, lo que se calcula por encima del índice inflacionario. Lo anterior da lugar a que se viertan opiniones en pro y en contra de la medida, como es saludable que ocurra en un ambiente democrático en el que existe el derecho de libertad de expresión de ideas.
El Gerente de Simas alega que la prestación del servicio debe ser sustentable es decir autosuficiente, en tanto que un vocero del Partido Revolucionario Institucional argumenta que “los usuarios no tienen porqué mantener al Simas”. Ambas posiciones ameritan ser acotadas; el aumento de apoyo es razonable, en la medida en que el organismo cumpla con la obligación de justificar su operación en condiciones de óptima eficiencia y bajo costo.
Por lo que hace a la crítica que hace el coordinador del movimiento territorial del principal partido de oposición al Gobierno Municipal, se advierte inconsistente porque sin remedio, los usuarios son el sostén del costo de cualquier servicio que preste una empresa sea pública o privada. En todo caso, el debate sobre este tema y cualquiera otro de nuestra vida pública, se debe situar dentro de un marco de razón y responsabilidad social, al margen de toda posición populista.