Los gobiernos han comenzado a implantar el uso de una tarjeta de identificación en la que se almacenan información biométrica de las personas, huellas dactilares e iris de los ojos, lo que permite tener un control sobre los ciudadanos, principalmente de los criminales.
En un futuro, esta tarjeta de identificación será básica para usar los servicios médicos, seguros y para realizar todo trámite ante las oficinas gubernamentales, expresó Petar Kokovic, de Macedonia, entrevistado después de ofrecer la conferencia “E-goverment”, que impartió dentro del Congreso Internacional de Ciencias Computacionales e Informática, que ayer se inauguró en el ITD.
Dijo que el uso de la tecnología para el control ha llegado a tal grado que en la imagen de un dólar norteamericano se está controlando todo, desde la Guerra en Irak, la catástrofe del 11 de septiembre, con mensajes subliminales inscritos en el billete.
Subjetiva o sicológicamente se está alterando el dólar, que es de circulación mundial y que va a toda la gente. En este billete, dijo, se pueden ver diferentes figuras, que están circulando en el Internet, tendientes a influir en el ciudadanos.
Otro medio de control norteamericano son las tarjetas de crédito, es decir, “una persona puede hacer una compra, como yo, en Durango, y los (norte)americanos saben en dónde estoy”. Aclaró que el proyecto que presentó “E-goverment” está encaminado a otros fines, porque se basa en las tarjetas de identificación, pasaportes, licencias para armas y de manejo, en donde está almacenada toda la información biométrica de las personas.
Indicó que todas las personas en el mundo tienen diferentes medidas biométricas, huella dactilar e iris. En esas tarjetas se puede almacenar esta información, que permite identificar muy fácilmente a los criminales, y saber dónde está la persona. En esta tarjeta hay una parte de las personas.
Petar Kokovic indicó que este sistema diseñado sirve para controlar a todos, mediante un centro de cómputo, con la ventaja de que se podrá controlar a los criminales. Reconoció que en el mundo hay movimientos de protesta para no almacenar los parámetros biométricos en estas tarjetas.
“No debe haber ninguna molestia por parte de las personas, siempre y cuando la informática se conserve en la estación de policía, porque es confidencial, por no debe darse información a nadie, porque si se hace un mal uso, entonces sí vendrían los problemas”, enfatizó.
Indicó que esta tecnología es muy cara, ya que por ejemplo un proyecto para 10 millones de habitantes se paga alrededor de 200 millones de dólares, considerando un sistema completo, desde computadoras, el programa y la máquina para imprimir las tarjetas.
Si el ciudadano pierde su tarjeta, deberá ir por una nueva a la oficina de policía. En el futuro, dijo, uno de los campos serán las tarjetas de identificación vía Internet. Otro propósito de esta tarjeta de identificación es que sea usada en el servicio médico o de seguros.