Torreón, Coah.- Ya empezaron las manifestaciones en contra del desempeño de algunos elementos de Vaqueros Laguna, los aficionados manifiestan su punto de vista y tres aspectos llaman la atención: el trabajo de Alex Taveras, la actuación de los refuerzos extranjeros y el hecho de insistir en un receptor importado, aun con la presencia de Héctor Estrada; los tres temas se prestan para el comentario.
En cuanto al manager de Vaqueros, se le puede analizar de dos aspectos diferentes, el que se vio durante la pretemporada, cuando fue un verdadero maestro para muchos peloteros, sobre todo los jóvenes; además, el que ahora muestra al frente de la dirección del equipo lagunero.
Alex Taveras es un gran motivador, sus charlas siempre tienden a convencer al jugador de que el beisbol no es un trabajo, sino algo que la vida pone en el camino y se debe disfrutar, si a parte de eso se recibe una paga, entonces qué más se puede pedir; para Taveras es fundamental que el pelotero no sienta que va a trabajar, sino a divertirse por el solo hecho de jugar beisbol.
A su llegada a Torreón, Alex Taveras dijo en sus declaraciones a este diario, que la estructura de la organización lagunera cuenta con los elementos necesarios para tener una Academia de Beisbol, como algunas que existen en su país, patrocinadas por diferentes equipos de ligas mayores. Es un hecho que construir una organización sólida en Liga Mexicana de Verano, no es cosa fácil y si algo se necesita, es un trabajo bien planeado a lo largo de mucho tiempo; los directivos de Vaqueros Laguna tienen esa intención y no se debe olvidar que un plazo de cinco años como el que ellos mismos se pusieron, parece el suficiente para ver avances importantes en la construcción de esa estructura que convierta al equipo en uno de los más sólidos del circuito, sobre todo con buscadores de talento y un buen número de prospectos en las diferentes ligas de desarrollo.
Para la realización exitosa de este proyecto, un elemento como Alex Taveras viene a ser fundamental, porque conoce los secretos del beisbol, sabe cómo hablarle a los jóvenes y su aportación no se limita a las palabras, porque durante la pretemporada se le vio tomar el bat o el guante para corregir defectos de José Amador, Eloy Arano y Omar de la Torre, por mencionar sólo a tres peloteros que recibieron la valiosa enseñanza.
Taveras, el manager
Al darse en este año el debut de Alex Taveras como manager en Liga Mexicana de Verano, vale la pena recordar las palabras de Bernie Tatis, el piloto campeón de los Diablos Rojos del México, al señalar que no conocer el beisbol de nuestro país, requiere un proceso de adaptación, el cual en ocasiones resulta largo y complicado.
Dominicano como el estratega de Vaqueros, Tatis tiene la ventaja de haber jugado varios años en nuestra pelota profesional de verano. Bernardo renunció incluso a jugar en la Liga Invernal de República Dominicana, para hacerlo con los Venados de Mazatlán en la Mexicana de Pacífico, además de haber tomado la decisión de radicar definitivamente en Mérida, Yucatán.
Es cierto, Alex Taveras se ha equivocado en algunas decisiones, algunas de las cuales aquí se han señalado, siempre con el fin de ser fieles a ese compromiso existente con los lectores que son aficionados al beisbol. Pero como se ha hablado de malas decisiones, también se han resaltado las buenas, como aquel squeeze play de Carlos Rodríguez que hizo anotar a Efrén Espinoza, el 30 de marzo en el Parque Francisco I. Madero, cuando Vaqueros vino de atrás para vencer a Saraperos de Saltillo por 6 carreras a 5.
Se han comentado, cuando la ocasión lo amerita, los acertados cambios de lanzador, pero es necesario hablar también cuando las cosas no salen, como el martes anterior en Cancún, porque los hechos demuestran que fue un error retirar del partido a Fernando Barreras; Julio César Jiménez entró a cumplir su cometido y la falla principal se dio al traer en su lugar a Jorge Roque, para la undécima entrada, que es territorio de Trebor Álvarez.
A diferencia de otros managers, Alex Taveras se ha manifestado siempre como un elemento abierto con los medios de difusión, su trato en lo personal ha sido de lo mejor; eso es algo digno de aplaudir y reconocer, aunque los señalamientos en el aspecto deportivo son parte de cualquier deporte, siempre que no se rebasen los límites de la decencia.
Se ha dicho que Taveras juega su beisbol y en Saltillo le dio resultados, así haya sido mediante la buena suerte, sobre todo en aquel error costoso de Vicente Verdugo en segunda base, que enterró a David Sinohui, entonces uno de los relevos importantes de Saraperos, porque este lanzador hoy es parte de los Olmecas de Tabasco.
Los extranjeros
En la conformación del equipo lagunero para el 2003, la directiva decidió contratar como manager a Alex Taveras, recomendado por Winston Llenas, hijo pródigo de las familias Mansur Julián, Mansur Galán y Mansur Beltrán. Como debe hacerse en cualquier deporte profesional, luego de contratar al estratega se le brinda todo el apoyo y en el caso de Vaqueros es precisamente el manager el que toma la decisión de no contar con elementos como Alex Díaz, Melvin Nieves y Kevin Grijak, cuyos derechos de retorno en Liga Mexicana eran de la organización lagunera.
Los tres extranjeros mencionados dejaron grata impresión a su paso por el Unión Laguna y no pocos aficionados se sorprendieron al saber que ninguno estaba en planes, para dar paso a refuerzos extranjeros que Alex Taveras trajo por su calidad y no por una decisión visceral. La actitud de la directiva es digna de aplaudirse, porque no se estila en Liga Mexicana de Verano consultar con el manager sobre los movimientos de peloteros, sin embargo, cuando las cosas no salen bien, es el primero en que se piensa para salir del equipo.
Isabel Antonio Girón es el primer extranjero que anunció la directiva de Vaqueros Laguna, sus antecedentes en el beisbol de Estados Unidos se limitan a sucursales de los Azulejos de Toronto y nunca alcanzó las ligas mayores, sin embargo, Alex Taveras confía en él y por eso lo trae a Torreón, en donde espera una respuesta positiva, de acuerdo a sus cualidades. Girón llegó tarde a las prácticas, pero lució tan bien que fue designado para abrir el juego inaugural en casa, frente a los Acereros del Norte, con una actuación regular hizo lo necesario para ganar, aunque después tuvo actuaciones nada dignas de escribir a casa y en su último juego, el viernes anterior ente Pericos de Puebla, realizó lo que es hasta ahora su mejor trabajo del año. Para su condición de extranjero, Girón debe dar mucho más, porque de lo contrario, en el roster hay elementos mexicanos que bien podrían realizar la labor que hasta ahora presenta el dominicano.
Efraín Valdez fue otra de las caras extranjeras para el pitcheo; el zurdo dominicano estuvo a punto de venir a Laguna hace tres años, a cambio de Jesús González, en un movimiento entre Algodoneros y Tigres, el cual finalmente se deshizo porque el lanzador zurdo quiso aprovechar el buen momento que vivía para ir a ganar dólares al beisbol de Japón. En el 2003, a los 38 años de edad, se tomó la decisión de traerlo y sus resultados fueron muy por abajo de lo que se esperaba, al convertirse en un lanzador de tres buenas entradas, porque en la cuarta empezaban sus problemas. Valdez fue dejado en libertad y en su lugar se activó al receptor dominicano, Alberto Castillo, que inició la temporada con los Diablos Rojos del México.
Henry Mercedes, experimentado receptor quisqueyano, llegó de los Cafeteros de Córdoba y su contratación se dio por razones defensivas, ya que el pitcheo de Vaqueros incluye varios lanzadores jóvenes, los cuales requieren una guía atrás del pentágono para cumplir con una labor efectiva. Mercedes enseñó un excelente brazo para tirar a segunda y ninguno de los corredores que salió al robo de base logró su cometido; su manejo del pitcheo fue aceptable, pero la posición que cubre no permite errores y él se equivocó al pedir algunos lanzamientos, en el juego que Federico Castañeda inició ante los Diablos Rojos del México. La permanencia de este elemento se complicó, con su pobre productividad ofensiva, la cual alcanzó para ponerse apenas por encima de los .200 de promedio, algo que no se puede aceptar de un bateador extranjero, así haya mandado muchas pelotas a la calle durante las prácticas en la Unidad Deportiva Torreón.
Israel “Issy” Alcántara llegó a Vaqueros Laguna como la máxima contratación para el 2003; bateador con experiencia en ligas mayores, “El Monstruo” ha tenido problemas serios para conectar el pitcheo de la Liga Mexicana de Verano. Alcántara juega en su país con los Tigres de Licey, quienes muy pronto fueron eliminados de la pelea, por lo tanto, llegó a Torreón con más de dos meses de inactividad y eso es bastante, sobre todo cuando se vive la primera aventura en un beisbol desconocido.
En estas líneas se dijo que Alcántara iba a batallar para entrar en el ritmo del pitcheo de la Liga Mexicana y hasta ahora así sucede, sin embargo, este bateador es de los que cuando despiertan, se convierten en cañoneros temibles, porque así lo ha sido él en un beisbol tan fuerte como el de República Dominicana, en donde es el máximo jonronero de los últimos años.
Además de sus problemas con el bat, Alcántara enseñó grandes carencias con el guante, primero en el jardín derecho y posteriormente en el izquierdo, en donde fue colocado por Alex Taveras para protegerlo de un momento difícil; “Issy” fue ubicado en un partido como bateador designado, pero eso en Vaqueros Laguna no es posible, porque implica sentar a Alejandro Ortiz o Héctor Estrada, incluso a ambos, ahora que ya se cuenta con Calvin Pickering, que se desempeña en la inicial.
Las carencias de Alcántara con el guante tuvieron una gran reacción del público, que en tono de burla le aplaudió al atrapar un elevado fácil de frente al jardín izquierdo, después de haber cometido dos errores que mucho perjudicaron a Efraín Valdez. Afortunadamente Alex Taveras rectificó y puso a “Issy” en el jardín derecho, en donde debe jugar todos los días, aunque de no darse su despertar definitivo con el bat, nada raro sería que fuera otro de los dominicanos en dejar la organización.
En favor de Israel Alcántara hay que decir que se trata de un hombre con muchos deseos de hacer bien las cosas, su rendimiento a la ofensiva ha mejorado bastante y se le ha visto lanzarse de cabeza en busca de hacer la gran atrapada, su brazo es bastante bueno y cuando recobre la confianza será ese terrible “Monstruo” que se conoce en otros beisboles; aquí el problema es saber cuánto tiempo tardará en alcanzar ese nivel.
José Aníbal Reynoso fue el último dominicano en reportarse con Vaqueros Laguna, este lanzador llegó incluso ya iniciada la temporada y sus primeros trabajos como relevista fueron bastante aceptables, para presentar problemas serios en su primer juego como abridor, frente a Pericos de Puebla, el cinco de abril en el Estadio de la Revolución.
Debutante en Liga Mexicana, Aníbal Reynoso muestra cualidades para ser un buen relevista intermedio, sin embargo, Alex Taveras lo conoce perfectamente y por algo tomó la decisión de tenerlo como uno de los cinco inicialistas; Reynoso también ha quedado a deber, muy pronto deberá saldar su cuenta, con el equipo y también con la afición, quizá la gira actual por Cancún y Mérida sea su última oportunidad y nada raro sería que ya la directiva tuviera puesta su atención en el posible sustituto.
Calvin Pickering llega a Vaqueros Laguna después de una buena actuación en la Liga Mexicana del Pacífico, con los actuales campeones, Cañeros de Los Mochis, con quienes fue a Puerto Rico y participó en la Serie del Caribe 2003. Nacido en Saint Thomas, Islas Vírgenes, Pickering es un elemento que a pesar de su juventud ya tiene experiencia en ligas mayores y su característica principal es el bateo, aunque a pesar de su gran corpulencia se muestra como un elemento habilidoso cuando está a la defensiva en primera base.
Si la lógica del beisbol se impone, Calvin Pickering va a dar muchos cañonazos en el Estadio de la Revolución y en general, en las plazas de Liga Mexicana en que se presenten los Vaqueros; esa misma lógica indica que un orden al bat con Alcántara, Pickering, Ortiz y Estrada, necesariamente debe producir muchas carreras, sin olvidar la importancia que tiene el trabajo de quienes deben ponerse en los senderos por cualquier vía.
Alberto Castillo apenas se unió al equipo el martes anterior en Cancún y de inmediato aportó cosas importantes al equipo; un sencillo salió de su bat para producir dos carreras y el trabajo realizado atrás del pentágono fue muy positivo, sobre todo mientras Fernando Barreras estuvo en el centro del diamante. Castillo jugó varios años en el mejor beisbol del mundo y en la Urbe de Hierro vivió sus mejores momentos, principalmente con los Mets de Nueva York, aunque como latino, jugar en el equipo grande de los Yanquis, es porque verdaderamente se tienen condiciones de pelotero estelar y eso es este dominicano.
¿Por qué un receptor extranjero?
La posibilidad de tener un receptor extranjero se asomó desde la temporada anterior, cuando Héctor Estrada, prácticamente solo en la posición, fue presa del cansancio, el cual provocó un notable descenso en su ofensiva y algunos problemas atrás del pentágono, porque muchos fueron los corredores rivales que buscaron con éxito el robo de base.
Es cierto, el bat de Héctor Estrada es de calidad reconocida y esa situación hace que se sienta la obligación de tenerlo todos los días en la alineación, sin no es como receptor, sí en la primera base, en donde enseñó gran disposición, porque es un verdadero profesional. Estrada, sin embargo, tuvo malos momentos en la inicial y éstos fueron evidentes, por lo que se antoja más mantenerlo detrás del pentágono, aunque por los problemas ya señalados no es posible tenerlo ahí como el titular todos los días.
La anterior es la principal causa por la que primero se pensó en Henry Mercedes y posteriormente en Alberto Castillo, aunque la elección de los dominicanos parezca en ocasiones como hacer menos a Héctor Estrada; un punto de vista muy particular indica que se ha hecho lo correcto, aunque ahora el exceso de tráfico es en la primera base, con Calvin Pickering, Héctor Estrada, el mismo Alejandro Ortiz y el “Bobby” Lara, ansioso de recibir la oportunidad de jugar todos los días.
Lo que sí llama la atención es la presencia de Ramón Espinoza, ahora tercer receptor; el chihuahuense se había visto favorecido por la salida de Henry Mercedes y Gerardo Garza, pero la contratación de Alberto Castillo hace que sea difícil verlo en acción, incluso como bateador o corredor emergente.
Parece ser que en la receptoría y la primera base, Alex Taveras está “embriscado” y ese también es un problema de difícil solución; el manager dominicano deberá tener la capacidad para resolverlo favorablemente y eso representa tener un equipo ganador, porque cuando esto suceda, los aficionados no se van a fijar quién está atrás del pentágono o a la defensiva en primera base.