Gómez Palacio, Dgo.- La voluntad de los grupos de taxistas volvió a imponerse y ni la participación policíaca sirvió para dar firmeza a los operativos reanudados el lunes contra las unidades “piratas”; ayer, choferes de varias organizaciones impidieron el aseguramiento de tres vehículos y casi se enfrentan con inspectores y el propio subdirector de Transporte.
La presión también surtió efecto para que las 52 unidades retiradas de la circulación ese día se reincorporaran al servicio, pagando el 50 por ciento del monto de las infracciones en cada caso bajo el argumento de que estaban contempladas en el convenio que vence el 31 de julio, para trámites de replaqueo.
Esta vez el operativo comenzó más tarde, a eso de las once y media de la mañana, sobre el bulevar Ejército Mexicano o Periférico frente a la colonia Chapala, donde los inspectores habían asegurado la unidad 183 de la Central Campesina, Urbana, Democrática y Popular (Ccudepo) que portaba una sola placa y el chofer carecía de licencia; en el trayecto hacia el centro de la ciudad, se detuvo a un vehículo del Frente Obrero, Campesino, Estudiantil y Popular (FOCEP) que además de transitar con esas mismas deficiencias, mostraba un engomado distinto al del número de la lámina.
Sobre la Hidalgo y calle Matamoros, los inspectores interceptaron la unidad R-56 del Sindicato Alianza que no portaba placas, pero el chofer de la R-38 les cerró el paso impidiendo el aseguramiento; de inmediato la concentración de taxis de las diferentes organizaciones afectadas, en su mayoría de Alianza, bloqueó la circulación por la avenida.
A gritos, los taxistas reclamaban a los inspectores que les devolvieran las placas de las unidades que iniciaron el bloqueo y que no se llevaran el taxi con una sola lámina, mientras el convoy integrado por cinco grúas, cuatro elementos del Grupo Operativo de Reacción Inmediata y una unidad de la Policía Ministerial, se mantenía paralizado.
Marcial Martínez, encargado de Vigilancia de esa misma organización, reclamó al subdirector de Transporte, Francisco Torres Larriva, que el operativo fuera “parejo” y se incluyera a los taxis irregulares de la CTM, los que según aseguró no se habían retirado de la circulación pese a no contar con placas.
Indeciso, Torres Larriva optó por no asegurar las tres unidades y comunicarse a Durango para recibir nuevas instrucciones de la dirección estatal, aunque éstas fueron continuar con la medida pero únicamente contra los taxis sin placas o con una sola lámina, dejando a un lado el criterio de aquéllos que trajeran láminas sobrepuestas.