Reuters
MONROVIA, LIBERIA.- El presidente de Liberia, Charles Taylor, prometió ayer dejar el poder el 11 de agosto, al tiempo que las fuerzas leales a su gobierno trataban de contener una ofensiva rebelde en sectores clave la capital Monrovia.
La promesa marca la primera vez que el ex señor de la guerra menciona una fecha exacta para transferir el poder, y el anuncio lo hizo dos días antes de la prevista llegada de fuerzas de paz de países de África Occidental buscando poner fin a 15 días de asedio de los rebeldes a la capital.
“A las 11.59 de la mañana del lunes (11 de agosto) dejaré el poder y al mediodía otra persona jurará al cargo”, dijo Taylor, quien ha estado en medio de una fuerte presión internacional para que deje la presidencia, tras haberse reunido con enviados de países de África Occidental, en la capital Monrovia.
El Congreso tiene previsto reunirse el jueves para organizar la entrega del poder. La constitución de Liberia establece que el vicepresidente Moses Blah tomara el poder si Taylor muere. Sin embargo, si el presidente dimite voluntariamente, el presidente de la Cámara de Representantes, Nyudueh Morkonmana, asumiría el poder.
Al respecto, un funcionario de la Casa Blanca dijo que el presidente estadounidense George W. Bush deseaba que Taylor cumpliera su promesa de irse.
“El presidente ha dicho claramente que Charles Taylor necesita irse, que se necesita que haya un cese del fuego implementado y Estados Unidos está listo para apoyar a ECOWAS en su entrada en Liberia y suministrar la ayuda humanitaria necesaria al pueblo de Liberia”, señaló el portavoz Scott McClellan.
Taylor, quien realizó su discurso inaugural como presidente hace exactamente seis años, ha sido procesado por crímenes de guerra en una corte de Sierra Leona, con el respaldo de las Naciones Unidas. El aún mandatario, aceptó una invitación para asilarse en Nigeria. No obstante, no ha fijado una fecha para su salida del país.