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SAN ANTONIO, EU.- México analiza participar en un proyecto para inducir lluvias en una área de la frontera con Estados Unidos, mediante el uso de una tecnología que promete modificar en forma local el clima y revertir la escasez de agua y desertificación.
La tecnología, basada en un procedimiento de ionización de la atmósfera para estimular la conformación de nubes y elevar la precipitaciones, será usada este año sobre una zona de la cuenca binacional del Río Bravo.
La demostración, que se hará bajo un estricto protocolo de evaluación y el escrutinio de la comunidad científica internacional, buscará probar la capacidad para incrementar y balancear la frecuencia de lluvias en la zona entre 15 y 300 por ciento.
No obstante el plan contempla como meta duplicar los actuales índices de precipitación en esta área durante el año en que será evaluada la tecnología.
México fue invitado a participar en el proyecto de demostración por la compañía “Earthwise Technologies Inc”, una firma con sede en Dallas, Texas, especializada en el uso de técnicas modernas para combatir problemas relacionados al medio ambiente.
La compañía recibió ya el apoyo de las autoridades del Condado de Webb, ubicado en el sur de Texas a lo largo de la frontera con México, para la fase de demostración a fin de certificar y evaluar la tecnología con vista a su futuro uso en el área.
Con la demostración, Earthwise y su filial en México, Grupo Respira, quienes poseen los derechos comerciales de la tecnología, pretenden persuadir a las autoridades de ambos lados de la frontera de los beneficios de esta técnica a fin de que contraten su uso para fomentar las precipitaciones en las zonas mas necesitadas.
Esta semana, funcionarios de la compañía y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) de México, firmaron un “Memorando de Amistad y Cooperación” en el marco de la Conferencia de Sociedad para la Prosperidad realizada en San Francisco, California.
El presidente de Earthwise, Steven C. Howard, explicó que el memorando no establece compromisos, pero muestra el interés de las partes en colaborar para atender la situación de escasez de agua en la región fronteriza.
El plan piloto contempla montar unas ocho plataformas o torres para la ionización de la atmósfera y la manipulación de los campos eléctricos y electromagnéticos.
Su área de influencia sería de 300 kilómetros sobre ambos lados de la frontera entre las presas internacionales Falcón y de La Amistad.
La tecnología involucra el uso de las plataformas para emitir ondas de ionización que provocan la rápida condensación del vapor de agua, la conformación de nubes y la lluvia en el espacio aéreo designado como blanco.
La zona de pruebas fue escogida por ser esta un área en la que se presenta un acelerado proceso de desertificación, al estar disminuyendo las precipitaciones e ir en aumento los índices de evaporación de agua.
El área que comprende las ciudades limítrofes de Nuevo Laredo, en México y Laredo en Estados Unidos experimenta además una acelerada demanda de agua por su rápido crecimiento demográfico.
Howard aseguró que el uso de la tecnología podría contribuir a la solución del problema binacional derivado de la escasez de agua en la frontera entre México y Estados Unidos.
El presidente de Earthwise indicó que la aplicación de la técnica es cien por ciento segura al no provocar ninguna consecuencia al medio ambiente.
Dijo que su uso es considerablemente más barato y efectivo que el de la otra técnica conocida hasta ahora para la inducción de lluvias que utiliza aviones para el sembrado de nubes.
“Bajo esta técnica no se necesita el uso de aviones”, explicó. De hecho, dijo, “no se necesita ni de las nubes” porque el proceso de ionización y manipuleo de los campos electrónicos induce su conformación.
La tecnología fue demostrada con éxito en los Emiratos Árabes Unidos donde su uso provocó en diciembre del 2000 que las precipitaciones se incrementaran un 278 por ciento en comparación al máximo índice histórico registrado para ese mes en la zona.
Una variación de la técnica funciona también para la dispersión de contaminantes. Un proyecto de este tipo fue probado en el 2000 en la comunidad de Salamanca, en el estado mexicano de Guanajuato.
Howard dijo que a petición de autoridades de Guanajuato, una parte del proyecto se desvió temporalmente a la inducción de lluvias con resultados “sorprendentes”, aún cuando la técnica no había sido centrada en ese propósito.
El punto fundamental de esto, señalo Howard, “es que podemos ver la atmósfera como un recurso natural aprovechable y manipulable, al igual que los son los ríos y los bosques”.
Howard estimó que apenas despega esta tecnología y dijo que se requerirá de unos 15 a 20 años más para considerarla madura. “Estamos en el Kitty Hawak”, señaló, al comparar el desarrollo de la técnica con la historia de la aviación.