GÓMEZ PALACIO, DGO.- Afuera de la Unidad de Medicina Familiar número diez, Leopoldo Guerrero Luna conversaba con Francisco Nevárez Samaniego y su hermana Raquel sobre el problema que en estos momentos enfrenta el instituto.
Leopoldo, a quien desde hace 11 años le amputaron su pierna derecha debido a la diabetes que padece desde hace tiempo, comentaba con estas personas: “Lo difícil que será vivir sin Seguro Social, en caso de que se inicie la huelga, nada como este servicio para nosotros los pobres”.
Francisco y Raquel intercambiaban opiniones con Leopoldo respecto al conflicto que padecen los trabajadores sindicalizados, “dicen por ahí que el IMSS está en decadencia y que por eso se está dando este problema”.
Pero Leopoldo parecía estar más informado y les explicó que el conflicto se originó porque les quieren quitar un derecho, “es como si ustedes en su trabajo podían jubilarse a los 15 años y ahora les dicen que deben esperarse 15 años más, por eso están enojados”.
Para Raquel, quien a sus 30 años es viuda y tiene a su cargo una hija de un año, el servicio médico que le proporciona el IMSS es básico y teme que “el gobierno”, decida quitarle a los mexicanos el Seguro Social.
Francisco le dice a su hermana que está en un error, que quizá pasará lo que sucedió con los bancos, “ya vez que ya no son del gobierno, pero ahí siguen”.
El caso es que para estas personas, la situación que enfrenta el IMSS es motivo de preocupación, “pues hay tanta gente que necesita atención para que luego este servicio se acabe, nada más porque unos cuantos así lo quieren”, dice Francisco.
Raquel y Francisco esperan que no cierren la farmacia, “pues ahí sí que mucha gente se verá perjudicada porque con esto de que no hay empleo, no hay dinero para comprar medicina por fuera”, argumenta la mujer al tiempo que se dirige a los consultorios, pues se da cuenta de que se llega la hora de su consulta y pide a su hermano se despida de Leopoldo.