Por Yolanda Ríos R.
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- No se privatizará el bosque Venustiano Carranza y los comerciantes realizarán bloqueos y plantones contra las autoridades municipales para evitarlo, pues consideran que es únicamente “hacer negocio” lo que buscan los miembros del patronato, encabezado por Carlos Delgado López.
Angustiados porque fueron convocados nuevamente a una junta por gente del patronato, comer-ciantes del principal “pulmón” de la ciudad y que se encuentran divididos en tres grupos, declararon que ahora buscan unificarse no en torno a sus líderes sino a ellos mismos para organizar una defensa, pues consideran amenazado su patrimonio y no descartaron la alternativa de ampararse.
Los puestos de venta de duros, nachos, paletas, dulces, aguas frescas, es su modo de ganarse la vida y es incongruente que “ahora venga un nuevo patronato y decida cambiar las cosas, cuando mejor se debería preocupar porque se realice un buen riego y trabajos de reforestación, poda, limpieza y fumigación en el bosque, antes de pensar en una nueva reja o en movernos a nosotros”.
Cada patronato trae sus intereses, acusó Jorge Alberto Jasso Martínez, comerciante con una antigüedad de 20 años en el bosque y de los pocos que tienen permiso para operar ahí, pues la gran mayoría aunque paga “plaza” sólo trabaja con solicitudes para permiso y así han metido a familiares y amigos como es el caso de Roberto Ruelas.
“Yo me sé toda la historia del bosque, asegura y no es justo que ahora nos pretendan sacar de aquí para colocarnos en un puesto por el rumbo de la calle Juan Pablos, donde nos cobrarán una renta los representantes del patronato y además tendremos que pagar agua, gas y energía eléctrica”.
Aseguró que no es posible que se pretenda crear un estacionamiento afuera del bosque con ellos a unos metros, cuando no es otra cosa que una estrategia “para sacarnos de aquí”.
Jasso Martínez dijo que le extraña que el alcalde Guillermo Anaya Llamas vaya a permitir este abuso en perjuicio de esta importante área verde que tiene muchísimas otras prioridades que convertirse en negocio para unos cuantos empresarios.
El proyecto
Son alrededor de 80 los vendedores que operan en el bosque Venustiano Carranza, la mayoría sólo lo hacen jueves, viernes, sábados y domingos, que son los días “buenos”, el resto, tienen puestos en otras partes de la ciudad, sobre todo en la zona centro porque son gente de Óscar Schum y de Miguel Luna.
Los que están ahí de fijo adquirieron de las 18 “casitas de fibra de vidrio que el señor Paredes, concesionario de los juegos mecánicos en coordinación con el patronato de entonces, los hizo comprar a un costo de entre 14 y 16 mil pesos, supuestamente para mejorar la imagen.
Apenas las acabaron de pagar en diciembre y ahora “viene un nuevo patronato con nuevas ideas e intereses y pretende construirnos locales para rentarlos”.
Los vendedores acusaron al alcalde Guillermo Anaya de vender el bosque a empresarios en pago a favores pasados.
Carmelo Flores, Erick Castillo, Martha Aguilera, indicaron que igualmente a los negocios dedicados a la venta de jugos se les está presionando para que acepten el cambio a la parte exterior del bosque e inclusive se rumora que hay ofrecimientos económicos a manera de indemnización para que se salgan y sus “casitas” los dejarán ponerlas en otros lados.
Es que pretende entrar muy fuerte la empresa lechera y otra cadena nacional de tiendas departa-mentales y poner césped, flores, nuevos árboles y sus propios juegos mecánicos, modernos, “todo igual a como lo hicieron en el estadio de la Revolución.
Pagan facturas
El alcalde, Guillermo Anaya Llamas, pretende privatizar el bosque y dejarlo en manos de empresa-rios, como pago a los apoyos financieros que recibió en campaña.
El presidente del Consejo de Colonias Populares, Mauro Delgado Hernández, declaró que no se puede jugar de esa manera con un patrimonio de la ciudadanía como lo es el bosque que hoy por hoy es la principal área verde de la ciudad.
Como todavía es gratis, no es de dudarse que al realizarse ahí las inversiones que proyecta el mismo grupo comercial que se quedó con el Estadio de la Revolución “al rato se haga realidad el proyecto del empresario Carlos Delgado de cobrar la entrada”.
El bosque necesita urgentemente que le mejoren el riego, no una barda perimetral.
“Si ese dinero de la barda lo invierten en mejorar las áreas verdes, el bosque haría honor a su nombre y no como sucede ahora en que se seca poco a poco, o lo están dejando secar, para que luego las empresas líderes en el mercado de la leche y en tiendas de autoservicio, se digan que son salvadoras del bosque, según Mauro Delgado.