Bajo la dirección del británico Stephen Ellery, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) engalanó el escenario del Auditorio Silvestre Revueltas del Conservatorio Nacional de Música, para ofrecer la víspera el segundo programa de su Temporada de Invierno 2003. La Filarmónica ejecutó el Vals Triste, Op.44 núm.1 y Pelléas y Melisande, del compositor finlandés Jean Sibelius, además de una cuidadosa y atinada selección de “música acuática”, autoría de George Friederic Handel.