POR MARÍA ELENA HOLGUÍN
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- La coincidencia de un día inhábil con principios o fines de semana obliga a prolongar la interrupción de actividades en las instituciones educativas; este viernes se suspenden las clases porque lo antecede la conmemoración del Aniversario de la Revolución Mexicana, con lo que a partir del jueves se forma el segundo “puente” en lo que va del ciclo escolar.
Es lo que en los últimos tres ciclos la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha denominado “suspensión programada por sucesión de días inhábiles”, las cuales están debidamente señaladas en el calendario escolar oficial a que deben sujetarse las escuelas oficiales y particulares incorporadas con ciclo escolar anual.
En el ciclo 2003-2004, el primer “puente” se presentó en la tercera semana de septiembre: el lunes no se laboró porque lo seguía el martes 16, en que se conmemoró el Inicio de la Independencia; en febrero ocurrirá algo similar debido a que el día cinco, Aniversario de la Promulgación de la Constitución Mexicana es jueves.
En una visita que realizó por esta ciudad el director de Educación Primaria Estatal en Coahuila, Ferdinando Ramos Maldonado, reconoció que aunque se habían logrado aumentos importantes en los últimos tres años, la calificación de los alumnos de este nivel seguía siendo baja: un 58 por ciento en la entidad.
Aseguró que se hacían esfuerzos importantes para alcanzar la calificación aprobatoria del 60% en el próximo año, mediante una estrecha labor de supervisión a la labor de los maestros y estrategias conjuntas con la parte sindical para un mejor aprovechamiento de este recurso humano.
Por el contrario consideró que la “institucionalización de los puentes” era un acierto por parte de la SEP, debido a que antes de ello se presentaba una asistencia irregular a clases tras un día inhábil que coincidía con el fin o principio de semana.
Aseguró que los días marcados como “suspensión programada por sucesión de días inhábiles” se recuperan, debido a que antes se iniciaban clases los primeros días de septiembre “y ahora podemos ver que los 12 ó 13 de agosto los maestros ya están en cursos, de manera que a mediados de este mes ya comenzaron las clases... también se prolongó el fin de cursos hasta los primeros de julio”.
A consideración del director de Educación Primaria en el Estado, es una medida sana tomando en cuenta que los niños requieren de esparcimiento y vacaciones; de la misma forma lo demandan los maestros, cuya actividad -según manifestó- es desgastante desde el punto de vista psicológico y físico y tienen menos vacaciones que antes.
“Aun con las suspensiones programadas, el calendario contempla 200 días hábiles de clases, suficientes para cumplir con los programas de estudio”, refirió, aunque sí es necesario que se dé un mejor aprovechamiento de los últimos días del ciclo.
Interrelación
Armando Silos Aguirre, coordinador de Educación Básica en la Región Lagunera de Coahuila, consideró que las suspensiones programadas no riñen con el objetivo de 200 días efectivos de clases que se fijan a principios de cada ciclo escolar.
Antes de que la SEP institucionalizara estas suspensiones, ya existía la tradición de que el grueso de los padres de familia no enviaba a clases a sus hijos tras un día de descanso obligatorio.
En este sentido, dijo que las autoridades educativas se preocupan por los períodos de descanso de los alumnos, los cuales son de fundamental importancia para estrechar los lazos de unión y de comunicación con los padres de familia.
Problemas intrafamiliares como la desintegración, la violencia y otros lo reflejan los niños en las aulas y esto incide directamente en su nivel de aprovechamiento, de tal forma que se busca darles el tiempo para que la relación se estreche.
Incluso, dijo, se busca fomentar la interrelación entre los alumnos, padres de familia y los maestros: que haya un seguimiento al aprendizaje de los niños, que se dé la comunicación y que los pequeños tengan tiempo para complementar la educación formal con otras actividades como el deporte o la cultura.
Más supervisión
Además de las suspensiones programadas, los fines de semana son, para el grueso del sector educativo oficial, días de relajación. En algunas primarias y secundarias (cuyos niveles de rezago son alarmantes según el Instituto Nacional de Evaluación Educativa) es común que los viernes se adelante la hora de salida de clases o se empleen en actividades de tipo social.
Este miércoles, en la secundaria Gral. Lázaro Cárdenas, los estudiantes salieron a las once y media de la mañana; en la primaria Felipe Carrillo Puerto, del turno matutino, a las doce y media y muchas otras sí cumplieron con el horario hasta la una de la tarde.
Otro caso es el de la Secundaria Técnica 83, donde el pasado viernes se suspendieron las clases porque hubo una tertulia entre los estudiantes; la semana antepasada por una reunión sindical entre los maestros y semanas atrás, por la oposición de unos profesores a la reinstalación de otro.
Jesús Antonio Durán Lira y Alfonso Torres Alfaro, coordinadores de Primarias del Sector Foráneo y Poniente, respectivamente, consideraron que hace falta reforzar la supervisión sobre los maestros, de tal forma que haya un cumplimiento efectivo en su labor frente a los grupos y se aprovechen al máximo los 200 días efectivos de clases.
Indicaron que las únicas ausencias autorizadas, son las reuniones mensuales que el consejo técnico de cada plantel debe llevar a cabo para evaluar los avances del proyecto escolar, aunque éstas deben realizarse sólo un día, después de la hora del recreo.
Otra de las necesidades es ampliar los Talleres Generales de Actualización (TGA) previos a cada inicio de ciclo, pues sólo son tres días en que los maestros no alcanzan a recibir la preparación suficiente, a conocer los libros que tendrá a su cargo ni a establecer los programas y las metas.
“Si los maestros y los niños no permanecen cinco horas en el aula al día, demerita la calidad educativa y difícilmente podremos alcanzar el nivel aprobatorio a que aspiramos”, dijo Durán Lira.
...Y las escuelas particulares se oponen
Para las escuelas particulares, las “suspensiones programadas por sucesión de días inhábiles” se oponen a los esfuerzos por elevar el nivel educativo de los niños y jóvenes de nuestro país.
“No coinciden con la formación que queremos inculcar a los alumnos, basada en el estudio y el trabajo para alcanzar la superación”, refiere Jaime Méndez Vigatá, presidente de la Asociación Lagunera de Escuelas Particulares Incorporadas.
Lamentablemente, la realidad se muestra cuando algunos colegios determinan no acatar las suspen-siones: El ausentismo de alumnos es de hasta un 50 por ciento, lo que obliga a repetir los temas impartidos a quienes no se presentaron.
Ante la obligatoriedad que la SEP ha establecido a la educación privada para adoptar el calendario escolar oficial, algunas de estas instituciones han optado por anticipar el inicio del ciclo, de manera que se puedan reponer los días en que se prolonga el descanso obligatorio para dar cumplimiento a los programas y planes de estudio.
Otras determinan ajustarse a los “puentes” pero los reponen trabajando otros días de la semana, de manera que los alumnos no se retrasen en el uso de libros y material escolar.
“No hay justificación para interrumpir las clases antes o después de un día inhábil, no es conveniente pero coincide con la cultura de nuestra sociedad, pues muchas familias acostumbran aprovechar el descanso escolar para planear un viaje, por ejemplo”.
De igual forma, Jaime Méndez considera que los 200 días de clases marcados por la SEP son insufi-cientes si lo que se pretende es abatir el rezago educativo.
Por el contrario, señala, se requiere una mayor cantidad de días para cubrir todos los programas y elevar la calidad educativa, por lo que debe procurarse trabajar a la máxima capacidad.
La institucionalización
· Hace tres ciclos escolares, la SEP determinó incluir en el calendario escolar la “suspensión programada por sucesión de días inhábiles”, lo que vino a institucionalizar los “puentes” que tradicional-mente se hacen en las escuelas de nuestro país tras un día de descanso obligatorio.
· Para las escuelas particulares, esta medida se opone a los esfuerzos que se realizan por elevar el nivel educativo.
· En las escuelas primarias del Estado de Coahuila, la calificación es de 58 puntos sobre 100 y se busca por lo menos alcanzar un 60 para el próximo año.
· En otras entidades como Nuevo León, la evaluación supera el 60 sobre 100.
· Las escuelas secundarias presentan un grave rezago, lo cual se atribuye a la deserción por factores económicos.
FUENTE: Investigación El Siglo de Torreón