Porto Alegre (Brasil).-Tras seis días de conferencias y debates concluyó formalmente el martes el Foro Social Mundial, con nuevos llamados a favor de la paz y el anuncio de manifestaciones en todo el mundo contra una posible guerra en Iraq.
"No queremos guerra. La preocupación con el peligro de una guerra dominó este foro," dijo Cándido Gribosky, uno de los organizadores del evento y director de IBASE, un instituto brasileño dedicado a cuestiones económicas y sociales.
La oposición a un conflicto armado fue el eje de la concentración que anoche reunió a millares de manifestantes, tras las últimas conferencias del foro.
Al cierre del foro, un grupo de instituciones llamado Movimientos Sociales Mundiales, convocó a protestas públicas en todo el mundo el 15 de febrero. El grupo ya tendría organizadas marchas en más de 30 ciudades, según dijeron algunos dirigentes.
El grupo, que afirma congregar a cientos de entidades y de representar a las que han sido pesadilla de reuniones de entidades financieras internacionales, dijo que su próximo objetivo será la reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Cancún, México, en septiembre.
La variante de la protesta en Cancún será que simultáneamente habrá manifestaciones en masa "en todo el mundo" contra la OMC y su reunión, según la convocatoria distribuída al final del foro.
El Foro Social Mundial terminó cantando "victoria" por el avance de los movimientos sociales y decidido a "crecer como una ola" que abrace a todo el planeta, convocando a su próxima gran reunión en la India.
El encuentro anual de Porto Alegre fue oficialmente clausurado hoy con una rueda de prensa en la que sus organizadores se mostraron optimistas acerca del futuro de este movimiento que junta cada año a organizaciones e individuos de las más diversas tendencias de pensamiento.
"El Foro social no es un evento, es un proceso que comienza a multiplicarse", dijo Francisco Whitaker, uno de los ocho miembros del comité directivo internacional.
"Lo importante es el respeto a la diversidad y que las personas vengan a discutir y mostrar lo que están haciendo", agregó.
Afirmó que "la ida para la India es un salto cualitativo hacia adelante" y que este encuentro va a diversificarse "más", frente al desaliento que la mudanza de Porto Alegre ha causado en algunos grupos, sobre todo de América Latina, a los que el viaje a ese país les resultará muy costoso.
Este movimiento, nacido hace tres años, fue inicialmente visto como un encuentro sólo de la izquierda mundial.
Ahora ha vuelto a reunir a una serie de organizaciones diversas que tienen en común su oposición al neoliberalismo y la búsqueda de "otra globalización", para que ese proceso que conjuga al mundo gracias a la técnica y las comunicaciones "no sea sólo de negocios".
"Ganamos la batalla de los medios. Eso es muy importante políticamente", dijo Marco Piva, del comité organizador, sobre la repercusión del encuentro en la prensa mundial.
Como es tradicional, la clausura no tuvo una declaración final, "sino la suma de diversas propuestas", explicó Cándido Grazybowsky, otro representante del consejo directivo internacional.
En la tercera edición del Foro estuvieron presentes miles de organizaciones civiles y gubernamentales de los cinco continentes que coordinan sus acciones.
"Han salido muchas cosas, ideas, perspectivas. Aquí la gente se articula para hacer movimientos, relaciones y plataformas de acción", explicó Grazybowsky.
De los 100.000 asistentes al encuentro se calcula que al menos unos 15.000 fueron extranjeros y el resto llegaron desde todos los rincones de Brasil.
El Foro, explicaron los organizadores, no acabó hoy, sino que se ha convertido en un movimiento mundial que se extiende con múltiples actos en varias regiones del mundo, en los que se busca organizar los movimientos a favor de otra clase de globalización.
"La diversidad es lo que nos mueve", aseguró Grazybowsky, tras asegurar que las múltiples tendencias que coinciden en el Foro no son problemas para este movimiento, que marcha construyendo la paz, buscando entender y formando "un laboratorio con tendencias distintas a las del pensamiento dominante".
Los organizadores del Foro han recibido algunas críticas por su decisión de sacar el encuentro de Porto Alegre, donde ha tenido un crecimiento exponencial desde que comenzó hace tres años con unos 20.000 asistentes.
La decisión fue tomada por consenso y es "un esfuerzo por la mundialización del Foro", dijo Grazybowsky al explicar que pretenden impulsar este debate hasta Africa y Asia, "donde vive la mitad de la humanidad" y los adscritos a este tipo de encuentros no están "muy bien plantados".
Admitió las dificultades que representa este cambio para un foro cuya mayor influencia está en América Latina y en Europa. "Pero si la gente no piensa en grande, no hace cosas grandes", afirmó.
Los organizadores además declararon la "independencia" del Foro Económico Mundial de Davos, cuyas fechas determinaban hasta ahora las del Foro Social.
La coincidencia ahora sólo se limitará a una protesta.
"En Davos estarán reunidos y en el planeta entero los pueblos estarán en las calles para decir que es necesario construir otro mundo", dijo Grazybowsky sobre las protestas que convocarán cuando se reúna el Foro Económico, considerado su antagonista.
También descartaron que en el futuro vayan a hacer encuentros de diálogo con Davos para discutir temas de interés común.
"Davos es una empresa, pero en Porto Alegre se reúnen millares de personas y organizaciones que tienen su propia representatividad", dijo María Luisa Mendoza, del comité organizador.