Gómez Palacio, Dgo.- Sólo el olor a estiércol y moscas quedaron en el establo Erasun. La última vaca fue sacada ayer a las seis de la mañana. El dueño del lugar, Juan José Córdoba, ya tiene pensado qué hará con los terrenos: ampliará su fraccionamiento, pero también deberá pagar una multa considerable.
Juan José Córdoba asegura que no hay ni un animal en su establo. Incluso desde ayer los trabajadores empezaron a retirar las básculas y los tubos utilizados para cercar: “pueden constatarlo lo que estoy diciendo, el rastro seguirá funcionando por algún tiempo, el mismo que fijen las autoridades y mientras tengamos permiso para hacerlo”.
Como se recordará la Jurisdicción Sanitaria número dos, ordenó el retiro de cuatro mil 200 cabezas de ganado del establo Erasun, debido a la cercanía con zonas habitacionales urbanas, además aplicó una multa por 306 mil pesos.
Según explica Juan José Córdoba, se vio obligado a retirar a sus animales a otro lugar -al parecer en Dinamita, Durango- porque prácticamente el establo quedó rodeado de viviendas y sus habitantes se inconformaron con las autoridades municipales y estatales.
El ganado, dice, no fue trasladado en su mayoría a Dinamita, Durango, alrededor de 300 fueron albergadas en una propiedad de su amigo Mario Calderón. Respecto a las multas impuestas por la Jurisdicción Sanitaria, Juan José Córdoba señala que se habrán de cumplimentar.
“Buscaré al diálogo con las autoridades para ver si llegamos a un buen término”. El monto de las multas a la fecha asciende a 306 mil pesos, la primera fue cien mil pesos y la última de 206 mil pesos: “vamos a tratar de negociar la cifra”.
A decir del dueño del establo Erasun, es difícil cuantificar las pérdidas económicas que para él representó acatar las indicaciones tanto de las autoridades como de la Secretaría de Salud: “la movilización simplemente implica pérdida de peso, no sabemos cuánto vaya a perder el animal de peso, pero es considerable, por eso es que estábamos tratando de hacerlo despacio”.
Cuestionado sobre la presencia de moscas y el fuerte olor a estiércol en el establo, Juan José Córdoba, señala que es consecuencia de los desechos de los animales, pero asegura que el establo quedará completamente limpio y en poco tiempo ambos malestares desaparecerán en breve.
“Que bueno que estén pendientes de esta noticia, ahora sí podemos decirle ya a la comunidad que estamos completamente listos, mejor dicho, ya está cumplida la promesa que le hice al Gobernador de Durango”.
Las multas
Salomón Olvera Leyva, jefe de la Jurisdicción Sanitaria número dos, aclara: será la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado quien aplique las multas al dueño del establo “Erasun” y no la Secretaría de Salud como se especula.
Cuestionado sobre el procedimiento que habrá de seguir la Secretaría de Salud una vez que el dueño del establo, retiró a todos los animales del lugar, Olvera Leyva señala: “vamos a verificar que se limpie completamente para evitar que persista el olor a estiércol y las moscas”.
Y añade: “ después de un álgido problema con este señor Córdoba, todo termina, tenía sus intereses personales en mantener su establo, pero ya era imposible, los vecinos de los sectores aledaños tienen muchas quejas”.
Incluso en una ocasión los vecinos del fraccionamiento Miravalle demandaron a la alcaldesa Leticia Herrera, intervenir para clausurar de manera definitiva el establo de Juan José Córdoba, pues no soportaban más los malos olores ni las moscas.
Para los habitantes de los sectores cercanos al Erasun, dice, representaba un riesgo para la salud, además debían soportar fétidos olores y poca visibilidad a la redonda, por eso la Jurisdicción Sanitaria procedió a intervenir para clausurar de manera definitiva el lugar.
Según el jefe de la Jurisdicción Sanitaria, al parecer el dueño del establo además de sacar a los animales, comenzó con la limpia del lugar, para eso contrató camiones y hoy los inspectores acudirán al Erasun.
El caso
Antecedentes de la sanción contra el establo Erasun
Noviembre de 2002: se cumple el plazo para el traslado de las cuatro mil 200 cabezas de ganado, pero al propietario del lugar le otorgan una prórroga.
15 de enero de 2003: se cumple un segundo plazo sin que las reses hayan sido sacadas del lugar.
24 de febrero de 2003: La Jurisdicción Sanitaria realiza una verificación y se asiente el incumplimiento. Se le conceden dos meses más al dueño
15 de abril de 2003: se cumple un tercer plazo sin que el problema sea resuelto
21 de mayo: se anuncia la clausura del establo
16 de junio: todas las reses son retiradas del establo y el dueño deberá pagar una multa de 306 mil pesos.
Fuente: Investigación El Siglo de Torreón.