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México, D.F.- Los jefes de los militares acusados de colaborar con el “cártel” del Golfo han declarado ante el Consejo de Guerra que éstos eran buenos elementos del Ejército y nunca se enteraron de que tuvieran nexos con el narcotráfico.
En el quinto día de sesión del Consejo de Guerra en contra del general Ricardo Martínez, el capitán Pedro Maya Díaz y el teniente Javier Antonio Quevedo, continuó el desfile de los 16 testigos del caso.
El general José Luis Pilar Rodríguez, ex comandante del 24 regimiento de caballería y ex jefe de Maya y de Quevedo, aseguró que la conducta de ambos era considerada normal, comparable a la de cualquier oficial, y que nunca se enteró de que tuvieron vínculos con Osiel Cárdenas Guillén, líder del “cártel” del Golfo quien fue detenido hace tres semanas.
Posteriormente compareció el coronel Efrén Escobar, ex comandante del 21 regimiento, quien ratificó que no vio nada anormal en la conducta de los dos acusados mencionados.
Incluso el coronel Escobar aseguró que hacía supervisiones continuas al personal militar bajo su mando y que producto de estas revisiones él hubiera detectado algún vínculo como el que se les acusa a Maya y a Quevedo.
“Había mucha supervisión, no había nada anormal o fuera de la ley”, dijo el coronel, e incluso agregó que Maya y Quevedo tenían récords de decomisos de droga.
El Ministerio Público militar preguntó al coronel si acaso estas actividades “las hubieran hecho a escondidas”, a lo que éste contestó: “eso es otra cosa”.
- Como comandante del 21 Regimiento, ¿supo si Maya estaba relacionado con alguna actividad del narcotráfico? - Negativo.
- Como comandante del 21 Regimiento, ¿supo si Quevedo estaba relacionado con alguna actividad del narcotráfico? - Negativo, -reiteró Escobar a las preguntas del ministerio público militar.
El día anterior el general de división retirado Jorge Pérez Toledo dijo que él no conoció ni se enteró que los acusados hubieran estado vinculados con el narcotráfico y también calificó como bueno el desempeño de éstos en la lucha contra el trasiego de enervantes.
El testimonio fue importante porque Pérez Toledo fue el comandante de la octava zona militar, bajo cuyas órdenes trabajaban los ahora inculpados de dejar escapar a “El June” y de colaborar con Osiel y su cártel del Golfo.
Por la mañana el ministerio público militar y los abogados defensores de los acusados -los militares Enriqueta Rodríguez y Francisco Pineda- se metieron en una discusión, que quiso ser “bizantina” según definió el ministerio público, por la posesión de equipo de telecomunicaciones, que supuestamente servía a Quevedo, Maya y Martínez Perea para el trasiego de enervantes.
Al final se tuvo que reconocer que los peritos de origen castrense, solicitados por el Ministerio Público, llamados para describir los aparatos de comunicación, no podían determinar a qué instancia pertenecieron, si al Ejército o a la Procuraduría General de la República (PGR).
La sesión del Consejo de Guerra fue declarada en receso a las 13:10 horas, para reanudar este domingo a las 9:00 de la mañana.
Cabe recordar que son 16 testigos -dos de ellos de cargo y dos peritos solicitados por el Ministerio Público militar- los que están citados a comparecer, de los cuales ocho ya lo hicieron. 1