Por Cecilia Aguilar Acuña
El Siglo de Torreón
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- La crisis económica ha afectado hasta a los vendedores de ropa y artículos diversos de segunda mano. El tianguis ubicado a un lado de las vías del tren, no ha sido la excepción, ya que los comerciantes se quejan porque las ventas en lo que va del año han disminuido considerablemente.
Durante más de 20 años, más de 80 familias han vivido de los recursos que arroja este negocio. La “fayuca”, según dicen los mercantes, es un comercio necesario que salvaguarda el bolsillo de ricos y pobres. Aquí se visten y calzan los de menos recursos económicos, pero también aquí se surten aquéllos que gustan vivir de “las apariencias”.
Socorro Rodríguez, quien “come” de lo que dejan las ventas de segunda, comenta que la fayuca es un mal necesario, “que nadie se haga, pues toda la gente alguna vez ha adquirido una prenda en este tipo de negocios, solamente que puede más la vanidad que la sinceridad, ¿qué tiene de malo, si la misma situación económica obliga a la gente a cambiar sus hábitos?”.
El tianguis está abierto de lunes a viernes, de las nueve a las tres de la tarde. Es en los fines de semana cuando el lugar luce abarrotado, ni caminar se puede. Las tiendas de múltiples colores ofrecen una variedad de artículos; en su mayoría, ropa de vestir, ropa para cama, cortinas, zapatos, bolsas de mano, pero menos aparatos eléctricos.
Hugo Sotelo García, -ingeniero agrónomo de profesión por la Antonio Narro-, informa que por falta de empleo se vio obligado a dedicarse a este tipo de negocio, “trabajé en Zacatecas para el gobierno, pero cortaron cabezas y no me quedó otra que regresar ‘al rancho’ y hacerla de lo que fuera, tengo dos hijos y esposa que mantener”.
Al decir de Sotelo García, quien es el líder de los comerciantes, la crisis ha afectado tajantemente las ventas. Por esa razón, muchos de los vendedores han decidido cerrar, ya que ni para “la torta”, les dejaba a sus dueños.
Se vislumbraban pocos clientes, quizá porque faltaba mucho para el mediodía, pero esta consideración fue rechazada por el agrónomo, quien dijo que en realidad, “casi no viene gente, por eso este negocio ya no deja”.
Sanjuana Hernández Rodríguez, domiciliada en la colonia El Fresno del Norte –colonia situada precisamente frente al tianguis-, confirma que ella no compra como antes, “ya no alcanza para más, antes me iba cargada de ropita pa´mis nietos, ahora tengo que hacer milagros pa´ llevarles algo”.
Con 11 nietos que están a su cuidado, pues sus siete hijos trabajan en “la maquila”, no le queda de otra. Y sus ojos denotan tristeza cuando afirma, “pa’nosotros los pobres no hay más que venir aquí, ¿comprar nuevo?, ¿cuándo?, si para lo de segunda no tenemos...”.
Los precios oscilan desde 10 pesos hasta 20 pesos, según la prenda, “aquí en veces ponemos especiales de toda aquella mercancía que está rezagada y que queremos sacar, pero aún así, las ventas han disminuido.
Afirma que antes viajaba mucho a Ciudad Juárez para comprar las llamadas pacas de ropa, pero ahora por la crisis, va esporádicamente por ellas, “porque simplemente no sale, ya no se recupera el dinero como antes, ¿a qué va uno?, para luego casi regalar la mercancía...”.