“El que parte y comparte se queda con la mejor parte”. Popular
Por una parte el secretario de Gobernación, Santiago Creel, anunció ayer que el Gobierno de la República ha decidido ceder al Instituto Federal Electoral “la totalidad de los tiempos de Estado que tiene disponibles el Ejecutivo Federal y que pueden legalmente ser transferidos al IFE”. Por la otra reiteró que no se retirará la campaña de promoción del voto en los medios de comunicación que lleva a cabo el Gobierno Federal y que protagoniza el propio presidente Vicente Fox.
A primera vista parece una decisión salomónica. Ésta, por lo menos, fue la impresión a bote-pronto que expresó ayer por la mañana, cuando se le dio a conocer el anuncio de Creel, el ex canciller Jorge G. Castañeda, quien era entrevistado por José Gutiérrez Vivó en “Monitor” de Radio Red. Al estudiar los dos elementos del anuncio, sin embargo, surgía una duda para mucha gente. Si el Gobierno está cediendo los tiempos del Estado, ¿con qué recursos va a continuar la promoción del voto por parte del Presidente? La respuesta es con los “tiempos fiscales”, que son distintos de los “tiempos de Estado” que se están cediendo al IFE. El Gobierno del presidente Fox le está dando al IFE, concretamente, diez minutos diarios “espoteables”, esto es, que se pueden usar para spots comerciales en radio y televisión. Hay otros 20 minutos disponibles en estos tiempos de Estado, pero no son espoteables, o sea, deben presentarse en cápsulas de cinco minutos. El IFE, me dicen en el Gobierno, ha señalado que no le interesan estos tiempos. El presidente Fox, en cambio, se queda con los 18 minutos espoteables de tiempos fiscales.
Los spots de tiempos de Estado deben transmitirse en “horarios adecuados” pero no hay una definición exacta de cuáles son éstos ni por lo tanto una obligación de las emisoras de transmitirlos en determinados momentos. Existe, eso sí, un compromiso de las radiodifusoras y televisoras de que no se transmitirán en tiempos de “infomerciales”, que son de notorio bajo rating. Los spots de tiempos fiscales, en contraste, deben transmitirse a razón de un minuto por hora de las seis de la mañana a las 12 de la noche todos los días.
Según me explican en la Secretaría de Gobernación, el Gobierno de la República no tiene la potestad legal de ceder los tiempos fiscales pero sí los de Estado. Por eso su transferencia al IFE.
Lo importante para el Gobierno de Fox, sin embargo, es que esta solución “salomónica” fortalecerá las campañas de promoción del voto, ya que se conjuntarán los esfuerzos del Gobierno con los del IFE. Y ahí estriba el meollo del asunto. Para Fox es indispensable que se promueva el voto de todas las maneras posibles, porque el abstencionismo le afecta más al PAN.
La encuesta del periódico Reforma publicada el 23 de junio nos proporciona la clave. La tasa probable de participación en los comicios del seis de julio para quienes en el 2000 votaron por el perredista Cuauhtémoc Cárdenas es de 65 por ciento y la de quienes sufragaron por el priista Francisco Labastida es de 61 por ciento. En cambio, sólo 52 por ciento de quienes votaron por Fox muestra una intención clara de acudir a las urnas.
Al presidente Fox le conviene aumentar la participación del electorado, que según las previsiones disponibles será de 50 por ciento o menos. Los votantes naturales del PAN son, por naturaleza, menos comprometidos políticamente que los del PRI o los del PRD. Por ello una alta participación beneficia al PAN.
Sin duda el presidente Fox preferiría aparecer personalmente en todos los anuncios de promoción del voto, tanto en tiempos de Estado como en tiempos fiscales. Esto no es sólo consecuencia de su natural protagonismo, sino del hecho que sabe que hay una identificación directa entre su persona y su partido. Pero debido a que mantener la actual campaña parece imposible ante la protesta del IFE y de los partidos de oposición, el darle al IFE una parte de los tiempos de Estado para una promoción institucional del voto dejando los tiempos fiscales para la promoción personal del Presidente parece ser la solución más conveniente para los intereses de Fox y del PAN.
No se trata ciertamente de una decisión salomónica. Estamos viendo una decisión política para conseguir un mejor resultado para el PAN en los comicios del seis de julio.
No es la promoción
Tiene razón el columnista Miguel Ángel Granados Chapa cuando plantea que el problema principal no es la promoción del voto por parte del Gobierno Federal sino la presencia del presidente Fox en los anuncios. ¿Se imagina usted lo que habrían dicho los panistas si Carlos Salinas de Gortari hubiese aparecido personalmente en los anuncios de promoción del voto? Correo electrónico: sergiosarmiento@todito.com