México, DF.- La película 21 Gramos, del realizador mexicano Alejandro González Iñárritu, ha sido muy bien aceptada por el público de su país, Nueva York y Los Ángeles, y fuentes allegadas al cineasta han revelado que la cinta llegará a otros territorios latinoamericanos y España, en enero próximo.
Añadieron que actualmente se proyecta en esas dos ciudades estadounidenses, de manera que poco a poco vaya ganando prestigio y aumentando su número de ciudades y cines, con el objetivo final de situarse en la lista de candidatos a los Oscar, que se hará pública en enero.
21 Gramos es la segunda película de Alejandro González Iñárritu, escrita -como su debut y gran éxito internacional “Amores perros”- por su compatriota Guillermo Arriaga.
El ex locutor radiofónico y realizador publicitario ha buscado en su primera experiencia norteamericana -avalada por la división “de arte” de Universal- la ayuda de buena parte del equipo técnico con el que hizo aquel drama coral situado en la bulliciosa Ciudad de México (entre ellos el director de fotografía Rodrigo Prieto, la directora artística Brigitte Broch y el compositor Gustavo Santaolalla), y esta vez los actores son rostros populares de Hollywood: Sean Penn, Benicio del Toro y Naomi Watts.
El título de 21 Gramos hace referencia a la diferencia de peso entre un cuerpo vivo y el mismo una vez fallecido.
Dicen que esos 21 gramos serían ni más ni menos que el peso del alma. La segunda cinta de González Iñárritu narra las vidas cruzadas de tres personas que al principio no se conocen entre sí, a lo largo de un período de varios meses.
Un accidente de carretera hace que sus destinos encajen de forma imprevista, merced a sentimientos tan primarios como el amor, la compasión, la venganza, el deseo, la redención, el miedo a la muerte...
“Es una meditación sobre algunas cosas de nuestras complejas vidas: la pérdida, la adicción, el amor, la culpa, el azar, la venganza, la obligación, la fe, la esperanza y la redención”, dijo González Iñárritu.
Añadió que le gustan los personajes multidimensionales y contradictorios, “como lo soy yo y como creo que son todos los seres humanos que conozco”.
“Nadie es solamente bueno o malo. Simplemente flotamos en un inmenso universo de circunstancias. Me gusta mostrar sus flaquezas y sus virtudes sin juzgarlos, porque sólo así esos personajes pueden revelar algo sobre la condición humana”, explicó.
Guillermo Arriaga, autor también del texto que inspiró la película de Gabriel Retes Un Dulce Olor a Muerte, escribió la historia en español, con intención de ubicarla nuevamente en el Distrito Federal, pero las ofertas que González Iñárritu recibió desde Estados Unidos después de la repercusión en todo el mundo de “Amores perros”, hizo que finalmente ésta se situara en Memphis.
Además de la fuerza de la trama urdida por Arriaga, 21 Gramos es el gran vehículo para el lucimiento de sus tres principales protagonistas, que ya fueron premiados en la Mostra Venecia, donde se estrenó mundialmente el filme en septiembre pasado, y están en muchas apuestas para los próximos premios de la Academia de Hollywood.
El puertorriqueño Benicio del Toro es Jack, un ex-convicto que se ha reformado en la cárcel gracias a la religión evangélica, y que de manera involuntaria se convierte en autor de un atropello que desencadena el drama colectivo.
“Mi personaje es un buen hombre que utiliza la religión como una especie de garantía, para asegurarse su destino”, ha dicho.
También señaló que “unos se dan a la bebida, otros se drogan, Jack Jordan se convierte a la fe. Todos tenemos momentos que quisiéramos no haber vivido, y Jack tiene uno de esos momentos en la película”.
“Empieza a cuestionarse su fe y mire a donde mire, no halla ninguna respuesta. Tiene que volver a evaluar todo aquello en lo que creía hasta entonces”, explicó el boricua, ganador de un Oscar.
La australiana Naomi Watts, revelada por la cinta de David Lynch Mulholland Drive y protagonista del taquillazo The Ring, es la inestable Cristina, esposa y madre que creía haber superado su adicción a la cocaína cuando la pérdida de sus hijas le sume en la desesperación y el ciego anhelo de venganza.
“Este es el segundo gran papel de mi vida, pensé al leer el guión. Los personajes recorren un duro camino, hay mucho sufrimiento pero también una toma de conciencia sobre lo valiosa que es la vida.
Cristina vive un arco emocional muy amplio. Me enamoré de ella enseguida, tiene un alma hermosa”, afirmó la actriz.
Sean Penn, ganador de la Copa Volpi al mejor actor en la Mostra veneciana por su papel de Paul Rivers, un profesor fumador con una lesión cardíaca irreversible y problemas matrimoniales, al que transplantan un nuevo corazón, ha señalado: “Alejandro tiene una forma de rodar agresiva, muy armónica, con personajes y situaciones reales, y eso me parece excitante”.
“En cuanto a Benicio, ya le había dirigido en alguna película mía: es uno de mis favoritos entre los actores actuales. Tiene fuerza y proyecta su alma en la pantalla. Es tremendamente inventivo, es una joya. También me ha encantado trabajar con Naomi. Me ha encantado. Es espontánea, lista, tiene un enorme talento y se entrega a fondo a su trabajo. Sube el nivel de la película”.