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Tiene milagros que agradecer

CRISTAL BARRIENTOS TORRES

Afirma que la Guadalupana salvó la vida de su esposo.

EL SIGLO DE TORREÓN

María Cristina Alba Ayala desde hace 35 años reparte reliquia

TORREÓN, COAH.- Porque asegura haber tenido los milagros en sus manos, María Cristina Alba Ayala desde hace 35 años reparte reliquia entre los creyentes cada 12 de diciembre. Y tiene algo muy importante que agradecerle a la Virgen de Guadalupe: la vida de su esposo.

María Cristina no puede dejar de llorar cuando explica las razones que tiene para creer en la Virgen de Guadalupe: “cuando era niña me salieron unos mezquinos muy grandes y con la estampita de nuestra Señora me los frotaba mientras rezaba y se me quitaron, también tenía un dolor muy fuerte en las piernas, le pedí que me lo quitara y así fue”.

Pero hay un favor que agradece más que nada. El 12 de diciembre de 2000, justo cuando comenzaba a repartir la reliquia su esposo José Ángel sufrió un infarto. Le pidió, le suplicó a la Virgen que lo salvara y le concedió el milagro.

“Los médicos no daban muchas esperanzas y yo recé con todo mi corazón y me escuchó, siempre le pido que interceda por mí ante Dios, para que oiga mis súplicas y me perdone todos mis pecados, que me ayude a salir adelante”.

María Cristina respeta a las personas que no son creyentes, sin embargo considera que tener fe en la Virgen de Guadalupe puede dar muchas esperanzas. “Jesús la escucha porque es su madre y ella siempre intercede y pide por nosotros”.

Por la difícil situación económica María Cristina pensó que no podría realizar la reliquia de este año. Esperaba cuatro mil pesos de aguinaldo y dos mil de ahorro, sin embargo inesperadamente recibió una cantidad mayor y logró cumplir con su manda como cada 12 de diciembre.

“Gracias a Dios me llegaron siete mil pesos de aguinaldo y pudimos hacer la reliquia como siempre, completamos muy bien de dinero, para mí es muy importante ofrecerle esta manda a la Virgen como símbolo de mi devoción”.

Una semana antes del 12 de diciembre comienzan los preparativos de la reliquia. Entre María Cristina y su esposo compran la carne y las sopas, todo lo necesario para preparar la comida. “Mi madre era una persona muy creyente, todos los días le rezaba a la Virgen y su fe fue mi herencia, por eso trato de inculcarles a mis hijas y nietas mi devoción por la Guadalupana”.

Terminan peregrinaciones

Atrás quedó el andar de los peregrinos. Sus cantos y sus rezos ya no se escuchan en las calles del centro de la ciudad. Pero en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe todavía hay muestras de fe y devoción.

Durante la celebración del 472 aniversario de la aparición de la Guadalupana en el Cerro del Tepeyac, no todos piden milagros. Algunos sólo acuden a la Parroquia a ofrendarle un ramo de flores o cualquier obsequio, otros simplemente agradecen los favores recibidos.

Y si bien al concluir las peregrinaciones, en las avenidas Juárez, Hidalgo y Presidente Carranza, al igual que las calles aledañas, el congestionamiento vial es menor para beneplácito de los conductores, no se puede decir de las arterias contiguas a la Parroquia.

En la confluencia que conforman la avenida Juárez y Ramos Arizpe, justo donde se encuentra ubicada la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, todavía se puede escuchar la desesperación de los conductores. Y es que los vendedores ambulantes, la instalación de juegos mecánicos y más de una decena de puestos fijos, impiden la circulación en ambas arterias.

Mientras el ajetreo de los vendedores ambulantes se mezcla con la algarabía de los niños que se divierten en los juegos mecánicos, en el interior de la Parroquia loa arreglos florales siguen llegando a los pies de la Virgen.

Los globos se observan en el techo de la iglesia. Todos tienen grabada la imagen de la Virgen de Guadalupe y leyendas de fe y devoción. Fueron hechos especialmente para esta fecha donde la venta de souvenirs está al por mayor.

Hay quienes aprovechan la visita a la Parroquia y se toman una foto con la Virgen. Sobre la banqueta de la calle Ramos Arizpe, más de diez fotógrafos ofrecen sus servicios a cambio de 25 pesos.

Para que la imagen salga lo mejor posible montaron un estudio que incluye la imagen de la Virgen de Guadalupe y San Juan Diego. Ahí los creyentes ponen su mejor sonrisa para llevarse la fotografía o fotocalendario del recuerdo de este 12 de diciembre.

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