FRANCISCO I. MADERO, COAH.- La comunidad maderense tira descomunalmente el agua potable, dice José Álvarez Echeribel, gerente del Sistema Municipal de Agua Potable y Saneamiento (Simas) y agrega: “y más se presenta en las comunidades rurales, donde la carencia del líquido es más notable”.
El gerente de Simas informó que para iniciar la concientización en las personas, la promoción de programas sobre la cultura del agua se está efectuando en los ejidos del municipio, ya que se ha constatado que utilizan el líquido para regar sus calles o sus plantas.
Orientar a la gente de los ejidos sobre el manejo que se debe dar al agua, es un objetivo que también aterrizará en la cabecera municipal porque el líquido es vital para la sobrevivencia humana, “pero la población hace caso omiso de ello”.
Reconoció que se ha hecho poco en el aspecto de promover el cuidado del líquido, “no hemos diseñado una campaña fuerte por falta de recursos, sí se está haciendo, pero es algo mínimo comparado a lo que se pudiera hacer”.
Llevar el agua a los lugares que están muy alejados de las bombas, “cuesta mucho dinero, sí tan sólo comprendieran que también esto es otra de las razones importantes por las que no deben tirar el agua, tuviéramos un avance importante”.
Y es que, comenta Álvarez Echeribel, muchas comunidades tienen el problema de escasez de agua por la falta de presión en las bombas, “pero también no han comprendido que tienen que cuidar esa poca que les llega, ya que si no saben, es difícil y costoso introducir el equipo que se necesita para que eso se dé, pero continúan con la misma práctica”.
Reconoció que Simas no tiene recursos para establecer una campaña sobre la cultura del agua de primer nivel, “en este momento estamos con números negros, pero el sistema no recibe apoyo de los tres niveles, subsiste a través de los cobros que se hacen por el servicio que presta”.
Sobre este último punto, Álvarez Echeribel manifestó que las relaciones entre los usuarios y los funcionarios de Simas son buenas, toda vez que había muchas quejas por parte de la población porque el agua no llega a sus comunidades, pero los recibos sí.
“Esta actitud era lógica, pero nosotros hemos visto que están más conformes, ya que hemos implementado acciones como las tandas, para que este problema disminuya; sabemos que así tenemos contentos a los usuarios y no se les hace pesado pagar”.