Lograron utilidades de más de medio millón de pesos al engañar a poco más de cien personas en sólo dos meses
TORREÓN, COAH.- Se establecieron de la noche a la mañana y en menos de dos meses engañaron a más de 100 personas asestando un “golpe” que les redituó más de medio millón de pesos. La Procuraduría de Justicia en La Laguna mantiene archivado el caso. “No se pudo hacer nada”, reconoce.
Identificándose como la protección oficial de la Unión Campesina Independiente (UCI), estos profesionales de la estafa fraguaron su ilícita maniobra desde la finca marcada con el número 236 poniente del bulevar Constitución en la colonia Ampliación Los Ángeles.
El medio de comunicación cuya función es informar, orientar y prevenir, fue utilizado por los artistas del delito como principal promotor y anzuelo para reclutar gente dispuesta a trabajar en los Estados Unidos.
Aprovechando la necesidad, desesperación y hasta la inocencia de las personas, en su gran mayoría desempleados, les ofrecieron trabajo en el campo, en las yardas “cortando zacate” y hasta para limpiar los alrededores de las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York “pues todavía había escombro por el atentado de Osama bin Laden”, les dijeron.
La impotencia de la Procuraduría General de Justicia en el Estado y la nula vigilancia de las autoridades laguneras ante estas empresas “fantasmas”, quedó marcada en los más de 25 expedientes de igual número de afectados cuyos testimonios plasmados en dichos documentos, reflejan la desesperada situación por la que atraviesan.
“No hay jale aquí en La Laguna”, dice Mario Santibáñez, uno de los timados por los estafadores; “nos vieron la cara y cuando reaccionamos ya se habían ido, nos bajaron más de cinco mil pesos a cada uno, ¡es más, a una chava le cobraron siete mil pesos porque le iban a regularizar su vehículo ‘chueco’ ”!, recordó.
La Denuncia en la PGJE
De acuerdo con la denuncia presentada por esta persona en la Procuraduría General de Justicia en el Estado, el pasado 10 de junio Mario leía el periódico en su casa cuando observó un aviso que anunciaba “Visas” y ofrecían trabajo en el extranjero.
El 18 de ese mes, Mario acudió al local 236 del bulevar Constitución en la colonia Ampliación Los Ángeles, donde fue recibido por un licenciado de apellido Rodríguez, quien le dijo que eran de la Unión Campesina Independiente (UCI) y que él podía ganar hasta 14 dólares la hora, pero necesitaba cinco mil 100 pesos y cierta documentación.
El 29 de junio Mario llevó la documentación y el dinero que le pidieron, y le informaron que el 14 de agosto a las 15:00 horas saldrían a la ciudad de Monterrey, donde se concentraba toda la gente. Al día siguiente le llamaron por teléfono y le informaron que faltaba la hoja de inmigrantes y que la salida se posponía para el 17 de agosto.
Finalmente, el 30 de ese mes se presentó en la oficina pero ya estaba cerrado. Aunque en la Procuraduría de Justicia se presentaron 25 denuncias de igual número de timados, se supo que fueron más de 100 los engañados por estos profesionales de la estafa.
Plática con Mario en V. Jacarandas
El jueves por la noche, en una de las esquinas del Paseo de Los Granados en la colonia Villa Jacarandas, mientras tomaba una “caguama” con sus amigos de la secundaria “El Serrano” y “El Gris”, Mario narró su historia.
“Tengo papeles como de 70 personas, cuando fui la primera vez, la cosa sí era creíble, pero ya cuando habíamos entregado todo, supimos que en Monterrey de esa forma habían estafado a más de 600 personas y empezamos a dudar y reaccionar, pero ya era tarde”, reconoce Mario.
En una ocasión, recordó Mario, se presentó en la oficina y estaba un señor de Puebla, según dijo y fue él quien le aseguró que “era puro rollo”, mientras afuera de las oficinas más de 30 personas esperaban una respuesta. “Lo más serio es que no sólo gastamos cinco mil 100 pesos en ese asunto, sino que se tramitaron pasaportes, cartas de no antecedentes, certificados médicos y fotos, todo lo que pedían esas personas”.
Mario narró el caso de seis hermanos que también fueron engañados por esa gente y añadió que presentaron la denuncia en la Procuraduría y cuando hablaban con el licenciado Moreno, éste les decía que: “ahorita”, “ya mandé el exhorto”, y puras vueltas, pero no se logró nada.
En su lucha desesperada por recuperar su dinero, Mario se comunicó a los teléfonos donde se encontraba supuestamente la oficina matriz en Monterrey –2-11-37-57 y 2-11-37-37--, donde le contestaron “Corporativo Nacional Jurídico”, la licenciada Patricia Ramírez Moreno, recordó. Aquí en Torreón, los representantes eran Raúl Rodríguez y Miguel Angel Flores.
En una ocasión, un licenciado de apellido Mujica le dijo que reuniera los papeles de las personas que habían sido estafadas, pero después de varios días, esa misma persona le dijo que no se hacía cargo de nada.
Finalmente, Mario y el resto de las personas tuvieron que digerir el engaño de que fueron víctimas por los supuestos asesores jurídicos de la Unión Campesina Independiente.
El caso está cerrado: PGJE
El Siglo de Torreón trató de comunicarse al citado Corporativo Nacional Jurídico, pero uno de los teléfonos siempre estuvo ocupado y en el otro nunca contestaron.
Sobre el caso, el subdelegado de la PGJE zona Laguna, Raúl Mario Mijares Jiménez, dijo que estaba cerrado; los documentos se enviaron a Monterrey para que se le dé seguimiento en aquella ciudad que es donde tiene su origen el delito.
En esta ciudad se logró la detención de dos secretarias, pero se dejaron en libertad porque también fueron engañadas, explicó el funcionario; en Monterrey también se ejecutaron detenciones pero recuperaron su libertad luego de pagar una fianza... No es un delito grave y aquí el asunto ya murió, sostuvo.
UNO DE TANTOS
Agobiado por los cinco meses sin trabajo, José Luis Chávez Vázquez decidió trasladarse a Estados Unidos para buscar trabajo, sin embargo, el 19 de junio cuando leía el periódico, observó un aviso donde ofrecían precisamente trabajo en el vecino país.
Al día siguiente, Chávez Vázquez se presentó en la oficina de la (Unión Campesina Independiente) Constitución 236 Oriente en la colonia Ampliación Los Angeles, donde lo recibió la licenciada Rodríguez quien le dijo que la matriz de esta agrupación se encontraba en Puebla, al tiempo que le entregaba la hoja de los requisitos que tenía que cumplir.
Una vez con los documentos, tenía que regresar a las oficinas y entregar además la cantidad de cinco mil 100 pesos; el trabajo era seguro por seis meses y cuando regresara le dirían la hora, el día y el destino, pues no todos serían enviados al mismo lugar.
Chávez Vázquez, entusiasmado regresó a su casa y empeñó la televisión y otros artículos, pidió prestado y se comprometió con varias personas, hasta que logró reunir el dinero que le pidieron.
El 26 de julio regresó y entregó la documentación y los cinco mil 100 pesos, informándosele que el 14 de agosto a las diez de la mañana estaría el camión en las afueras de la UCI, que lo trasladaría hasta el vecino país.
Al acudir ese día, se le dijo que la fecha había cambiado, sería hasta el 30 de ese mes cuando viajaría a Estados Unidos, donde tendría trabajo seguro cuando menos por seis meses.
Cuatro días después, José Luis regresó al lugar, pero no estaba ni el camión, ni la oficina, pues ya la habían cerrado. En esa virtud, regresó a su casa donde la carga económica había empeorado.