A medio día se acaba el líquido en la Ignacio Zaragoza
MATAMOROS, COAH.- A las doce del día, para los vecinos de la colonia Ignacio Zaragoza, empieza el tango. Generalmente el agua se acaba y todos los quehaceres del hogar son dejados a medias.
Carmela Zúñiga Hernández de 74 años de edad, quien tiene su domicilio en avenida Acuña en la finca marcada con el número 371, dice que es “toda una calamidad el estar sin agua”, ya que cuenta que todos los días es la misma “cantaleta, tenemos que llenar cubetas, botes o lo que sea para poder limpiar nuestra casita”.
Luego de manifestar lo anterior, la ancianita comenta que vive con ella solamente su nieta Diana Lizeth de seis años de edad, a quien crió desde que nació, -no informó qué pasó con la mamá de la pequeña- pero que frecuentemente es visitada por sus hijos –en total son ocho-.
Caminaba lentamente por una calle sinuosa y terrosa. Con una mano en el hombro de su nieta sus pasos los dirigía hacia una miscelánea donde pretendía surtirse de leche y huevos para preparar el almuerzo. Antes de entrar al establecimiento detiene sus pasos para “aprovechar que andan por aquí de El Siglo de Torreón para denunciar que ya estamos cansados del mal servicio que presta el Sistema de Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Simapa)”.
“Los vecinos también están molestos, pues esta área y las circunvecinas somos las más afectadas. Hay gente que me dice que tiene más tinas que sartenes en su casa, para acumular el líquido y no es justo estar siempre así”, comenta.
Carmela también se suma a las denuncias que hace la ciudadanía matamorense en cuanto a la calidad del agua, “no sabe buena, además está sucia y contaminada, pues con eso de que la traen desde Torreón y pasa por ¡sabrá Dios qué tantos tubos!, llega hasta aceitosa”.
La ancianita dice que a ella y a sus vecinas, lo que más disgusto les causa es que cuando están lavando “de pronto, de la llave no sale ni gota, toda nuestra ropa se queda a medio lavar y remojada... eso suele pasar frecuentemente”.
Para Carmela, las autoridades municipales deben retomar la situación, “pues el problema ocasionará estragos en más de dos o tres sectores de la población, ellos saben que el mal es general y no se ve que hagan algo para remediarlo”.
Antes de continuar su camino, Carmela dice que extraña el agua de Matamoros. ¿Cómo es eso?, se le cuestiona. “Sí, esa que venía de aquí abajo, -pisa frecuentemente y con fuerza un pie para señalar dónde- esa que sabía dulcecita, que estaba limpia y que nos es negada”.
Entre carencias
En un recorrido por la colonia Ignacio Zaragoza se apreciaron las siguientes necesidades:
· Todas las calles carecen de pavimentación.
· Están sucias.
· Algunos arbotantes están descompuestos.
· En las calles terrosas se han formado matorrales en medio de las vías, que parecen camellones.
· Los vecinos dicen que de ahí emana flora nociva.
· Además la gente tira basura en esos lugares.
· En tiempo de lluvias estas rúas permanecen inundadas.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón