México, (Notimex).- Especialistas del ISSSTE realizaron con éxito el primer implante de un neuroestimulador, el cual tiene como objetivo aminorar algunos de los síntomas de la enfermedad de Parkinson, informó dicha Institución del sector salud.
En un comunicado, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado explicó que la aplicación de electrodos de simulación en diversas partes del sistema nervioso de la persona afectada por este mal permite disminuir temblores, rigidez del cuerpo y movimientos incontrolables.
El coordinador de Modulares del Centro Médico Nacional "20 de Noviembre", Antonio Zárate Méndez, afirmó que el paciente, de 43 años de edad y trabajador del Instituto Nacional de Perinatología, tenía un problema de rigidez severo y era tratado mediante altas dosis de medicamentos.
El propósito de esta cirugía es controlar esa rigidez de las extremidades superiores e inferiores, ya que la persona tenía más de ocho años con el problema, ante lo cual se determinó recurrir al implante, con el apoyo de la cirugía estereotáxica, para colocar el neuroestimulador.
En este nuevo tratamiento, el ISSSTE cuenta con la experiencia y habilidades para ofrecer a otros pacientes la posibilidad de superar los efectos del mal de Parkinson, permitiéndoles así que se reincorporen a su vida sociofamiliar y laboral, recuperando su capacidad productiva, dijo.
Zárate Méndez indicó que a partir de este avance se podría programar una operación por mes durante el presente año, cifra que se ampliaría a partir de enero de 2004 a dos cirugías por mes.
Refirió que el costo del implante es de más de 10 mil dólares y en instituciones privadas tendría un costo de más de 250 mil pesos, incluyendo hospitalización y pago de honorarios médicos.
Detalló que los candidatos a los implantes deben ser pacientes de entre 35 y 45 años, ya que en personas con más edad y de dicha enfermedad el éxito del tratamiento ofrece pocas posibilidades de recuperación, debido a que el implante no puede funcionar eficientemente.
"Entre mejores condiciones de salud tenga el afectado, se lograrán resultados más satisfactorios", afirmó el especialista del ISSSTE.
Refirió que para llevar a cabo la implantación de electrodos, primeramente se debe hacer la selección de pacientes, quienes son sometidos a una evaluación para comprobar que tengan la enfermedad de Parkinson, cuyo dictamen definitivo debe realizarse a partir de un diagnóstico clínico y de laboratorio.
La intervención tiene una duración de más de cuatro horas, durante las cuales el paciente está despierto, ya que sólo recibe anestesia local.
En el proceso participa un grupo interdisciplinario de neuropsicólogos, neurofisiólogos, neurocirujanos, psiquiatras y neurohabilitadores.