EFE
QUITO, ECUADOR.- Los cambios que efectuó ayer el presidente ecuatoriano, Lucio Gutiérrez, en la mitad de su Gabinete han generado incertidumbre en la oposición, que presume que esos ajustes son sólo un maquillaje que no tardará en desaparecer.
Alfredo Vera, dirigente de Izquierda Democrática, en la oposición, indicó ayer que no basta con el cambio de nombres en el Gabinete, sino que hace falta proponer al país nuevos “procedimientos, planes y proyectos” que redefinan la conducción política, económica y social del Estado.
Gutiérrez ratificó ayer los cambios ministeriales, que ya se habían anunciado, y designó a Raúl Baca como nuevo ministro de Gobierno (Interior), el mandatario también anunció que Raúl Izurieta es el nuevo ministro de Trabajo, Teófilo Lama de Salud, José Repetto de Vivienda y Roberto Passailaigue de Educación.
El mandatario también relevó al secretario de la Administración Pública (ministro secretario de la Presidencia), Patricio Acosta, que pasará al Ministerio de Bienestar Social, en lugar de Carlos Pólit, que irá a la Gobernación (representación del Ejecutivo) en la provincia de Guayas, cuya capital es Guayaquil.
La empresaria Gladys El Juri ocupará desde la titularidad del Ministerio de Turismo, cargo que quedó vacante hace unas semanas, cuando el ministro Hernán Plaza dejó el cargo acosado por sus presuntos vínculos con un narcotraficante.
El nuevo ministro secretario de la Presidencia será el político Javier Ledesma y la portavoz del Gobierno la presentadora de televisión Yolanda Torres.
Para Alfredo Vera, los cambios en el Gabinete no permitirán, por sí solos, “la salida de una crisis de gobernabilidad en la que se encuentra sumergida el país”.
Según Vera, los nuevos ministros son personas reconocidas en el país, aunque opinó que si el Gobierno no les presenta “propuestas claras” no podrán llevar a cabo cambios significativos.
“El Gobierno debe presentar una propuesta de lo que va a hacer para paliar los conflictos” sociales que se multiplican, sostuvo el analista, que vaticinó que el próximo año estará lleno de incertidumbre si no se visualizan políticas claras para hacer más gobernable el país.
Gutiérrez ha cambiado a su equipo social pero ha mantenido intacto el equipo económico.
El nuevo ministro de Educación, Roberto Passailaigue, reconoció que debutará en el cargo con un paro del magisterio, por lo que llamó a los maestros a dialogar.
El objetivo es “tratar de ayudar a encontrar soluciones a una circunstancia que no debió producirse”, señaló Passailaigue al enfatizar que Gutiérrez se ha propuesto fortalecer las políticas sociales de su administración.
El nuevo ministro insistió en su llamamiento al diálogo con los profesores, aunque advirtió de que el acercamiento con el magisterio no debe tener “presiones”.
Se trata, dijo, de encontrar “soluciones novedosas. No podemos encasillarnos en declaraciones retóricas” que no conducen a nada, sostuvo Passailaigue.
También el nuevo ministro de Salud, Teófilo Lama, se estrenará en el cargo con protestas de los trabajadores de los hospitales que exigen mejoras laborales y salariales.
Sin embargo, el mayor desafío del Gobierno, en su conjunto, será el de contener la oposición política y de los movimientos sociales que piden a Gutiérrez que renuncie.
El portavoz de la Coordinadora de Movimientos Sociales, Napoleón Saltos, dijo que el próximo 22 de diciembre varios grupos populares, encabezados por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), se reunirán en Quito para definir una agenda de movilizaciones contra el Gobierno.
“El Gobierno sólo ha cambiado su equipo social, ha maquillado su Gabinete, pero mantiene sin cambios al frente económico que trabaja en la privatizaciones y los ajustes fiscales, que son la verdadera causa del malestar del pueblo”, concluyó Saltos.