Ha sido una sorpresa mayúscula, ya que la mayoría pensaba que Jorge Campillo era un pitcher sin oportunidad de hacer una buena carrera en la pelota profesional. En la paliza que dio Tigres 15-2 al Langosteros de Cancún y en el partido en que "Diablo" Montoya tuvo su último partido como manager de los perdedores, el pitcher derecho Jorge Campillo no aceptó carrera en su trabajo ganador para de esa manera lograr su novena victoria contra cuatro derrotas y ponerse con un excelente promedio en carreras limpias de 2.68 que es el segundo mejor en la actual campaña, solamente superado por el 2.52 del zurdo Ángel Moreno que está tratando de conquistar su segundo título en su ilustre paso por la Liga Mexicana. Así que Moreno, el gran veterano de 48 años, está siendo retado por el todavía joven Campillo que finalmente ha llegado a primer plano después de varias campañas de lanzador modesto con el equipo felino.
Afortunadamente le han tenido paciencia, mucha paciencia, a Jorge Campillo. Hubo un momento en que la mayoría, pero no la directiva del equipo, le había perdido toda la confianza al derecho de Tijuana. Los managers eran criticados cuando lo ponían otra vez como lanzador abridor y generalmente llegaba una derrota para el equipo. Ha sido Lee Sigman, el timonel del Tigres en los dos últimos años, el que más confianza le ha tenido, ya que lo mantuvo en la rotación de abridores contra viento y marea. Y finalmente este año comenzó a ganar juegos en forma consecutiva para ser un nuevo pitcher, totalmente diferente al que vimos en los otros años. Un lanzador corregido y aumentado.
Antes llegó a mostrar muy buena curva que era su pitcheo principal y casi único que le daba resultado, pero ahora ya sabe colocar sus pitcheos de velocidad en puntos que no son tan vulnerables. Y con la llegada de Jorge Campillo al estrellato, los Tigres fueron los líderes de la Zona Sur en la primera mitad y al momento de escribir mantenía el primer lugar en la segunda vuelta.
Si Jorge Campillo llega a ganar la corona de pitcheo en esta temporada será sin duda una de las grandes sorpresas en la historia del beisbol, demostrando nuevamente lo mucho que puede tardar un jugador en alcanzar su mejor momento. Nos hace recordar palabras sabias del ingeniero Alejo Peralta, al que varias veces como gran jefe del Tigres, le escuché aquello de que "hay que tener paciencia con los jóvenes jugadores porque luego uno los ve triunfando y hasta siendo estrellas con equipos enemigos". Y es lo que ha sucedido con Jorge Campillo.