TOMMY AL BAT
UN PITCHER TRIUNFADOR Y CON BRAZO DE HIERRO
POR TOMAS MORALES F.
El pitcher cubano "Bibí" Crespo fue uno de esos jugadores que entre las temporadas de 1940 y 1951 llegaron a ser estrellas de los dos equipos de la capital, los Rojos del México y los Azules del Veracruz. Un jugador de color que se convirtió en un ídolo de los aficionados, ya que muy al estilo de los lanzadores abridores de ese tiempo podía lanzar casi todos los días. Con las series jugándose entonces en el Parque Delta de jueves a domingo usted podía ver a "Bibí" Crespo comenzando el jueves y otra vez el domingo. Y si se necesitaba un relevo el viernes o sábado, también podría estar.
En la temporada de 1953, hace 50 años, "Bibí" Crespo fue parte de los Diablos Rojos del México y empató con Chuy Moreno, de los Tecolotes, en más victorias logradas con un total de 18. Pero antes de eso se hizo de fama como pitcher estelar de un Azules del Veracruz de Jorge Pasquel, que se despidió de la Liga Mexicana con un campeonato en 1951. "Bibí" ganó 13 juegos en ese año del adiós azul y una temporada antes llegó a coleccionar 14 triunfos.
Al desaparecer los Azules del Veracruz en 1952 se fue Crespo a jugar con Tuneros de San Luis Potosí, pero al poco rato todo ese equipo fue convertido en los Rojos del México, ya que la campaña había comenzado sin ningún club en el DF mientras lograban el alquiler del Parque Delta. Y entonces tuvo "Bibí" Crespo tres años de ser la adoración de los fanáticos colorados.
Jugador de anchas espaldas, muy fuerte, "Bibí" Crespo tuvo en ese 1952 su mejor año hasta ese momento de la Liga Mexicana con un total de 18 victorias y un formidable 2.95 en carreras limpias, teniendo hasta 48 apariciones con lo que demostró ser un auténtico brazo de hierro. En 1953 mejoró su actuación anterior con 18 triunfos pero con solamente ocho derrotas. Fue durante esa campaña que se organizó un homenaje a "Bibí" Crespo en el Delta y como parte de los festejos el lanzador habanero subió a las gradas y con la gorra pidió dinero entre los fanáticos como se pide en cada misa. Nunca olvidaré cuando Crespo pasó a mi lado y le regalé parte del poco dinero que me sobraba después de haber pagado mi boleto.
Tanto trabajo cobró su cuota, ya que en la temporada de 1954, que fue su última, sólo tuvo cuatro ganados con 11 perdidos. Tuvo récord de 69-61 en siete años de Liga Mexicana, habiendo debutado en 1948 con Alijadores de Tampico, donde tuvo récord de 0-2 y al año siguiente ya estaba con los Azules del Veracruz.