Hitler I, el del Tercer Reich, dijo “Es una suerte para los gobernantes que los pueblos no piensen”.
Hoy, respecto al Hitler II de USA, sus halcones, su papi, sus aliados visibles o no tanto, como el hipersionista Sharon, todos los que lo impusieron suciamente en la presidencia de USA para poder cambiar el mapa del mundo, para manejar, destruir y reconstruir el mundo a su antojo, para lucrar y obtener inmensas ganancias, deben decirse: ¡Qué suerte que el presidente no piense y la mayoría del pueblo tampoco!
El padre Bush nunca fue precisamente una lumbrera, pero sí un hábil hombre de negocios y matón. Si el coeficiente intelectual del hijo es 91, el del padre es, o era, de 98, según un estudio sobre la capacidad mental de los presidentes gringos en los últimos 50 años de un cierto instituto Lowenstein de Pensylvania que tuvo amplia difusión. Hoy le ha salido a W un defensor, que dice ser su opositor en tanto asegura que el tal instituto no existe y que todo es una broma. Quién sabe, pero el bromista hasta se quedó corto. Los terrícolas podemos percatarnos de que el coeficiente intelectual del individuo que tiene en un puño al planeta es quizás hasta menor del 91. No hay más que escuchar cualquiera de sus planteamientos que nos tienen al borde del caos y que deben botar de la risa a sus cínicos manejadores. Veamos tres de los últimos :
_ En su estrecha frente creyó W que la invasión de Iraq sería un triunfal paseíllo de sus toys, esos preciosos y carísimos juguetes, en grandote y con muerte dentro, que todos los niños del mundo desean hoy... salvo los iraquíes. Pensó que sus bombas “inteligentes”, manejadas por tarados que se equivocan y entrematan quizás adrede para crear caos, matarían a Hussein el primer día. Pero como nada es así, acusa a las tropas locales de no entender “la liberación “ y de defender su país en vez de recibir a los invasores con banderitas.
_ Se indigna porque la TV árabe presenta a los prisioneros de la siniestra coalición e invoca la Convención de Ginebra que prohíbe maltratar, torturar y humillar a los prisioneros de guerra. Se le olvida que USA tiene en la base de Guantánamo en Cuba (no entiendo cómo no la han volado los cubanos) a afganos enjaulados, enceguecidos, torturados, entre los que trajo a 15 niños. En su tonto cinismo, invoca a organismos internacionales cuando acaba de “pasarse por las tumbas etruscas” a la ONU enterita, que hoy no entiende que ya se murió al no emitir ni siquiera una condena a la invasión como hacen cientos de millones de personas en el globo. La burlada ONU sólo prepara la reconstrucción y la ayuda humanitaria, es decir, se hace cómplice de Bush, su verdugo, “por humanidad”. A ver si Aguilar Zínzer en verdad se lo explica, al Consejo de Seguridad claro, no a W. El no entender, no gustar y querer cambiarlo.
PAPI DOC Y SU FRANKENSTEIN llevan al mundo no sólo a su país, a un desastre nunca visto. Un vistazo a la vida de George W prueba que es títere de su padre y de la ultrafascista derecha gringa. W llegó a la campaña por la presidencia con 70 millones de dólares de los amigos del viejo y hasta rechazó fondos federales. Ya tendría tiempo.... Hoy pide al Congreso 75 mil millones de dólares más para su guerra. El hoy presidente no tenía nada qué ofrecer más que las relaciones de su familia. Papi lo había hecho ejecutivo de compañías petroleras que casi quiebra. Ah y también tuvo otro “toy” un equipo profesional de beisbol. Sus biógrafos describen su juventud como “los años perdidos”. No hizo más que parrandear y beber. Por fin papi le compró la gubernatura del terruño. Lo más sobresaliente en su gubernatura de Texas es que W mandó ejecutar a 135 personas. Un corresponsal me escribía _¿dónde estás Tony A?_ que era asqueroso ver como iba el gobernador a deleitarse personalmente con el espectáculo.
“¿Por qué lo escogieron? ¿Quién piensa que será un buen dirigente del imperio yanqui? ¿De dónde sale su apoyo?” se decían cuando la elección los gringos pensantes, esos mismos que dejaron que los Bush se robaran la elección del 2000, esos que hoy arrestan en USA aunque sean Premios Nobel. ¿No conocen al sistema de las familias más ricas y su insaciable apetito? ¿No se han percatado que su país es una falsa democracia como lo demuestra hoy claramente con su criminal decisión unipolar de incendiar al planeta? Se dan cuenta los medios de comunicación censurados y acotados aunque los lleven al paseíllo, los actores y actrices de Hollywood, la gente de la calle que tiene miedo de criticar al gobierno por miedo a que la acusen de antipatriótica y la detengan. Vea nomás la CNN, si la aguanta ¡y las locales son peores! Hoy como nunca los Bush han logrado hacer de USA bajo la globalización la más cínica plutocracia.
COMO EMPRESARIO Y MILITAR, W fue un fracaso: Llegó al poder acunado por papi George Herbert Bush, infame director de la CIA que luego fue vicepresidente de Reagan y presidente cuatro años, por suerte sin reelección, lo que hoy se cobra. W estudió en Phillips Academy, una escuela de la clase alta en Andover, Massachusetts, y luego en la Universidad Yale y en la Facultad de Administración de Empresas de Harvard. Nada le sirvió para ser un buen empresario. Quebró las empresas que le dio papi, que una y otra vez lo rescató hasta comprarle el emirato árabe de Bahrein para una pequeña e inútil compañía petrolera llamada Harken que tampoco sirvió para nada, pero cuyas acciones vendieron los Bush a altísimo precio en vísperas de su primera invasión de Iraq en 1991. Con Dick Cheney hizo dinero de transas en Enron. Tal es (resumida) su carrera empresarial.
Y hoy el mundo está patas arriba por este títere republicano, al cual le han dicho que es un gran y justiciero estratega, sólo que nunca ha puesto un pie en el frente, ni de joven: George W. aplaudió la invasión imperialista de Vietnam, parrandeando en Houston. Su papi congresista, lo metió a “La Guardia Nacional” con otros valientes hijos de ricos que hacían “maniobras” los fines de semana, en la tradición cien por ciento estadounidense de “Los ricos declaran la guerra y los pobres van al combate”.
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