Juan Manuel Rivas Guerrero, tiene 56 años de edad, disfruta su trabajo con singular entusiasmo. Así lo demuestra diariamente en uno de los cruceros más conflictivos de Ciudad Lerdo, bulevar Miguel Alemán, frente a la escuela Justo Sierra.
Con 20 años de antigüedad en esta actividad, “El Superior”, como lo conocen sus compañeros y mandos superiores, platica sobre las satisfacciones y sinsabores que ha vivido en este tiempo.
“Seguiré en este trabajo mientras tenga dientes para sostener el silbato”, dice con su alegría característica.
Recuerda que en sus inicios fue policía de servicios especiales en una institución bancaria de Torreón, pero después en 1980 comenzó como Tránsito y hasta la fecha se ha desempeñado como tal.
Fue en el año 1999 cuando llegó a trabajar a Ciudad Lerdo, donde había vivido la mayor parte de su vida junto a su esposa Rosario, con quien procreó cinco hijos y radican en el bulevar Miguel Alemán frente a la Unidad Deportiva.
“Mis ganas de servir a la comunidad me abrieron las puertas, esta profesión es algo que llevo en la sangre y ayudar a la gente me brinda muchas satisfacciones”, dijo.
Sobre su trabajo comenta que le gusta pedir ese crucero por ser de los más difíciles y más transitados, hay acción y está a gusto.
En cuanto a su mayor satisfacción, dice que definitivamente es el buen trato de las personas, le hablan con respeto y lo saludan con afecto, ningún conductor ha sido irrespetuoso, por el contrario lo animan a seguir así.
Pero no todo fueron alegrías para Juan Manuel, ya que los momentos difíciles también estuvieron presentes, sobre todo cuando estuvo sin trabajo y entró a laborar a la obra por dos años hasta que en Lerdo le brindaron la oportunidad.
Sin embargo, esto parece no afectar mucho a “El Superior” quien dice siempre ir en busca de lo positivo y con una sonrisa por delante, lo cual no hace por quedar bien, simplemente lo siente.
Además dice que cada mañana agradece a Dios lo que tiene y sobre todo contar con un trabajo que muchos ya quisieran, pues con él sostiene a su familia.
Por su edad está consciente que cuando mucho unos cuatro años más podrá seguir con esta actividad, sobre todo por su dentadura que le permite sostener el silbato.
Juan Manuel padece de bronquitis y cuando hace mucho frío no puede salir a “silbatear”, tiene que ir al médico y cuidarse para salir adelante.
Para él “es un gusto y una satisfacción dirigir el tráfico en Lerdo”.
El mejor elemento
La gran disposición, vitalidad y energía mostrada diariamente por Juan Manuel Rivas Guerrero “El Superior”, es digna de tomarse en cuenta, son sus principales características y es un verdadero ejemplo para todos, sobre todo para las nuevas generaciones, dijo el director de Vialidad Ramón Acosta Barrios.
“Muchas llamadas han recibido por el esfuerzo y dedicación de esta persona, su desempeño y sobre todo por salvaguardar al peatón, al ciclista, al automovilista, es quien mejor lo hace”, agregó.
Hizo hincapié que es una clara muestra del amor al trabajo y sensibilidad social, solamente en una ocasión pidió permiso de un día, pero nunca falta, está puntual siempre y jamás rehúye la responsabilidad.
Destacó que jamás han recibido una queja de él tanto en su comportamiento como de pedir dinero, es un excelente agente de Vialidad.