POR RAFAEL CAMACHO
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Para combatir el tráfico de drogas al interior del Centro de Readaptación Social de San Pedro, la Dirección de Prevención y Readaptación Social decidió trasladar a tres reos que presunta-mente eran los responsables de la comercialización de heroína dentro del penal. Jorge Luis Morán Delgado, subdirector de esta dependencia, informó que estas tres personas padecen hepatitis “C” y fueron enviados a los Ceresos de Torreón y Monclova.
Entrevistado vía telefónica, el subdirector de Prevención y Readaptación Social informó que los traslados se realizaron el pasado viernes diez de enero, un interno fue enviado al Cereso de esta ciudad y los otros dos al penal de Monclova.
Morán Delgado reconoció que el traslado de estos presos enfermos de hepatitis “C” representa un riesgo, pero aseguró que las autoridades penitenciarias sabrán manejarlo para evitar que transmitan la enfermedad a sus nuevos compañeros.
Según la versión del funcionario, los internos estarán aislados del resto de la población y tendrán estrecha vigilancia porque son considerados de alta peligrosidad.
“Es un riesgo, pero tenemos que manejarlo, estas personas eran más peligrosas en el Cereso de San Pedro porque distribuían la droga, por eso decidimos sacarlos de su entorno, para que no tengan cerca a sus “conexiones” y a sus familiares que eran quienes les proveían la droga”, dijo.
Morán Delgado ahondó en el caso del reo Manuel Mata Gurrola, que fue trasladado al penal de esta ciudad, el funcionario informó que el 29 de noviembre durante un operativo sorpresa los custodios encontraron 29 dosis de heroína en la celda de este sujeto, días después le encontraron otra dosis de “chiva” a este mismo reo, además en el mes de diciembre dos de sus familiares fueron detenidos cuando intentaban introducir droga al penal.
El funcionario dijo que por este motivo se decidió trasladar a los tres sujetos porque se confirmó que ellos eran los encargados de comercializar la droga dentro del penal.
Sobre la posibilidad de que exista una red de corrupción en la que estén inmiscuidos los custodios, el subdirector de Prevención y Readaptación Social negó que los celadores participen en el tráfico de drogas pero no descartó que haya fallas y errores “involuntarios” que facilitan la introducción de la droga al penal.
Por este motivo anunció que se reforzarán las medidas de seguridad para combatir la drogadicción dentro del Cereso y evitar que se introduzcan estupefacientes, además aseguró que el Ministerio Público de la Federación está investigando sobre los decomisos y si algún custodio tiene nexos con el tráfico de drogas en el penal será consignado como cualquier otra persona.
El director de Cereso oculta información
Gustavo René Contreras Martínez, director del Cereso, en forma sistemática ha tratado de ocultar información sobre el tráfico de drogas y la epidemia de hepatitis “C” que se vive en el interior del penal.
Como El Siglo de Torreón informó en exclusiva, el 21 de julio murió en el Hospital General de Torreón el ex presidiario Ismael Medina Martínez. El miércoles 7 de agosto la madre del drogadicto aseguró que su hijo había sido contagiado en el Cereso porque consumía heroína y compartía la jeringa con todos los adictos.
Según la versión de Alicia Martínez Valles, esto habría provocado que varios reos se contagiaran de esta enfermedad, ese mismo día el director negó que se viviera esa situación y aseguró que el drogadicto había sido contagiado fuera del centro penitenciario.
Mientras Contreras Martínez, con casi nueve años en el cargo, aseguraba que todo estaba en calma dentro del penal, a escondidas y tratando de que no se diera a conocer a la luz pública, solicitó ayuda a la Jurisdicción Sanitaria número VII para que el día 14 de agosto se tomaran las primeras tres muestras a los internos que tuvieron contacto estrecho con Ismael, dos de esas tres personas resultaron positivos.
Contreras Martínez en repetidas ocasiones se negó a recibir al representante de El Siglo de Torreón argumentando que tenía mucho trabajo o que se encontraba de viaje en la ciudad de Saltillo.
Aunque con su discurso el director del penal trataba de ocultar el problema, las actitudes prepoten-tes que adoptaron los celadores los días de visita dejaron en evidencia que el problema era grave, incluso los familiares de los internos publicaron varios desplegados en los diarios de ese municipio para quejarse y denunciar que las autoridades estaban tratando de minimizar el problema que se vivía al interior del Cereso.
Entrevistado vía telefónica, el día 30 de diciembre de 2002 el director dio a conocer que se habían concretado tres decomisos de droga y que habían sorprendido a tres familiares que intentaban meter droga al penal.
Ese mismo día negó que estuviera programado trasladar a los reos más peligrosos a penales de más seguridad, pero 11 días después estas acciones se concretaron cuando tres internos fueron enviados a Torreón y Monclova.
De nueva cuenta el día de ayer se trató de contactar a Contreras Martínez, pero no fue localizado en su oficina y el personal de guardia del Cereso informó que estaba en una comisión en la ciudad de Saltillo.
El problema de la hepatitis “C” en el Cereso de San Pedro no termina aún, pues hay más de 90 presos que todavía no son sometidos al examen para detectar si padecen esta enfermedad, no obstante que Contreras Martínez hizo este compromiso en el mes de septiembre cuando declaró que no iban a escatimar esfuerzos para combatir la epidemia y que de ser necesario tomarían un muestreo a toda la población.