HONG KONG, China.- Un virus letal ha cobrado más víctimas en un creciente número de países, al tiempo que los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) tratan de rastrear los orígenes de la enfermedad altamente infecciosa en el sur de China.
China, que ha sido criticada por demorarse demasiado en reconocer la enfermedad y alertar a sus vecinos, dijo ayer que su cifra de muertos por el virus aumentó a 51, con 1,247 infecciones, hasta el cinco de abril.
Un finlandés murió ayer en Pekín a consecuencia del virus, elevando a cuatro el número de muertes en la capital de China, dijo un funcionario de salud. Pekka Aro, de 53 años, llegó a Pekín procedente de Tailandia el 23 de marzo, para asistir a una conferencia internacional de trabajo.
El primer ministro Wen Jiabao, cuyo gobierno enfrenta su primera gran crisis desde que asumió el cargo en marzo, dijo que China podría controlar la propagación de la enfermedad, y dio la bienvenida a los visitantes.
"El gobierno y el pueblo chinos dan una calurosa bienvenida a los amigos del mundo a nuestro país para turismo, visitas o realizar actividades comerciales", dijo Wen, según la agencia noticiosa oficial Xinhua.
En el territorio de Hong Kong, en el sudeste chino, donde la enfermedad ha causado la muerte de 22 personas y los turistas están cancelando viajes, un hombre infectado se parapetó en su casa y fue cercado por la policía, pero se entregó y fue llevado al hospital el domingo.
La policía aún buscaba a seis familias expuestas a la enfermedad que huyeron de su bloque de edificios de apartamentos antes de que fuera puesto en aislamiento la semana pasada.
Otras 100 familias que huyeron del mismo bloque se han entregado después de que las autoridades pidieron urgentemente que buscaran ayuda médica.
Las autoridades de Salud Pública creen que todos los del edificio de Kowloon, uno de los lugares más densamente poblados del planeta, habrían sido infectados y podrían haber propagado la enfermedad.
En la provincia china de Guangdong, epicentro del brote de síndrome respiratorio agudo y grave (SRAG, por sus siglas en inglés), un equipo de investigadores de la OMS comparó notas con expertos chinos por tercer día consecutivo, en una campaña para rastrear el origen del virus.
Ningún detalle de las conversaciones estuvo disponible de inmediato, pero nadie en Hong Kong estaba convencido de que las autoridades chinas divulgarían toda su información.
"Ellos podrían obtener algo si son más listos", dijo Terrence Tsai, profesor de negocios de la Universidad China en Hong Kong, refiriéndose a los equipos de la OMS. "Los chinos únicamente te dejan saber lo que quieren que sepas. Son muy buenos para ocultar información", agregó.
Pasajeros aéreos llevaron el virus a 18 países después de que se propagó en Hong Kong. El virus ha infectado a más de 2,600 personas desde que surgió en el sur de China en noviembre y ha causado la muerte de más de 90 personas.
"Claro que todavía tengo miedo. Primero, porque no hay vacuna para curarlo. Segundo, los medios de transmisión todavía no son claros", dijo Tsai.
Canadá, con el mayor número de personas infectadas después del territorio continental de China y Hong Kong, dijo que la enfermedad causó la muerte de su octava víctima en Toronto y la novena muerte está siendo investigada.
Malasia reportó su primera muerte del virus el sábado, aunque el hombre de 64 años de edad falleció una semana antes. La agencia oficial Bernama dijo que el gobierno ha prometido cubrir cualquier caso.