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Budapest, Hungría.- Por lo menos 33 turistas alemanes murieron cuando un tren de pasajeros embistió ayer, en Hungría, un autobús de dos niveles que al parecer cruzó una vía ferroviaria cuando no debía.
Ocho turistas alemanes resultaron heridos en uno de los peores desastres en su tipo en Hungría. El tren viajaba a unos 100 kilómetros por hora cuando chocó contra el camión alrededor de las 08:30 horas locales (06:30 horas GMT) en un cruce cercano a Siofolk y a la popular ciudad vacacional de Lago Balaton, unos 100 kilómetros al suroeste de Budapest, informó el capitán de la policía de Siofok Tamas Hekker.
En el autobús, que pertenecía a la firma alemana Ursel Reisen, una agencia de viajes de la localidad de L”hne, viajaba un grupo de alemanes de los estados de Baja Sajonia y de Schleswig Holstein.
El choque lanzó la parte frontal del autobús a unos 50 metros del cruce, mientras que la otra parte se incendió luego de ser empujada por el tren unos 150 metros sobre las vías, dijeron funcionarios.
Treinta personas murieron en el sitio del accidente, otra mientras era trasladada al hospital y dos más en el hospital, dijo Hekker.
Las autoridades húngaras enviaron al lugar de los hechos varios helicópteros para recoger a los heridos y decenas de voluntarios acudieron al punto del accidente para prestar ayuda en el rescate de los cuerpos y de los heridos.
El conductor y un pasajero del tren sufrieron heridas leves y recibían tratamiento en el hospital. Siete personas que viajaban en el autobús fueron hospitalizadas, dijo Hekker, señalando que uno estaba muy grave y cinco graves.
El funcionario contradijo los primeros informes, sobre que el conductor del autobús era alemán, pero no tenía detalles sobre su estado.
El primer ministro Peter Medgyessy dijo que el choque fue “uno de los peores accidentes de tráfico” de que se tiene memoria en Hungría. También dijo que expresó sus condolencias al Canciller alemán Gerhard Schroeder.
La causa del accidente no ha sido determinada, pero funcionarios de ferrocarriles del estado señalaron que la luz roja de alerta intermitente del cruce estaba encendida cuando el autobús comenzó a moverse sobre las vías. El ferrocarril viajaba de Budapest a Nagykanizsa en el sur de Hungría, cerca de la frontera con Croacia.
“El tren tocó dos veces el silbato para advertir al autobús, pero no pudo detenerse a tiempo”, dijo un testigo, Istvan Galos, ingeniero de 39 años. En el cruce no había guardia, sólo una luz de advertencia estaba encendida y no había ningún tipo de barrera. Las rejas en cruces ferroviarios no son comunes en Hungría.
En las primeras horas de la tarde aún había cadáveres cubiertos con sábanas al lado de las vías. La policía trataba de identificar a las víctimas antes de trasladar los cadáveres a un depósito.
La embajada alemana informó que había establecido un centro de emergencia cerca del lugar del accidente.
El área donde ocurrió el accidente es un sitio especialmente popular para los turistas alemanes.