12 noviembre 2003
Washington, (EFE).- Tropas de una división blindada del Ejército de Estados Unidos llevaron hoy a cabo una operación en el sur de Bagdad para "destruir una instalación donde se congregan efectivos" enemigos, indicó un portavoz del Pentágono.
Las explosiones retumbaron en Bagdad poco después de las 21.00 horas locales, horas después de un ataque suicida contra el cuartel general de las fuerzas italianas en la ciudad de Nasiriya que dejó una treintena de muertos y decenas de heridos.
"La operación apunta a negar a los elementos enemigos el uso de una instalación específica en el sur de la capital de Iraq", dijo el portavoz, cuando han transcurrido casi ocho meses desde que Estados Unidos invadió ese país.
Explicó que la instalación asaltada por los estadounidenses, de la que no se han dado detalles, "es un sitio conocido de congregación, planificación, almacenamiento de armas y punto de encuentro para elementos beligerantes que realizan ataques contra las fuerzas de la coalición y la infraestructura" del país.
En la operación murieron dos iraquíes y cinco más fueron capturados, según la cadena de televisión CNN. La operación coincidió también con el regreso a Bagdad del administrador estadounidense de Iraq, Paul Bremer, quien el martes llegó a Washington en una visita de unas horas para llevar a cabo consultas con el Gobierno del presidente George W. Bush.
Esta semana el jefe del Mando Central estadounidense, general John Abizaid, y el jefe de las tropas estadounidenses en Iraq, general Ricardo Sánchez, advirtieron que se aplicarían medidas más duras si no cesan los ataques de los insurgentes iraquíes.
La advertencia se produjo después de que, durante el fin de semana, aviones de combate participaron en operaciones de lucha contra la resistencia iraquí, en acciones que incluyeron el lanzamiento de bombas pesadas.
Además, la operación se produce después de que hoy se filtrase a la prensa estadounidense un informe de la CIA en el que se advierte de que los insurgentes iraquíes están ganando apoyo popular y los esfuerzos de reconstrucción en ese país podrían derrumbarse si no se dan "acciones correctivas".
El análisis de la CIA "sugiere que una escalada de la campaña militar estadounidense contra los guerrilleros podría causar más bajas civiles, empujando a más iraquíes al bando insurgente", indicó el diario "Philadelphia Inquirer", que obtuvo el documento.
Al mismo tiempo, la "incapacidad de las fuerzas estadounidenses para aplastar a los insurgentes está convenciendo a más y más iraquíes de que se puede derrotar a los ocupantes", agregó.
El informe de la CIA, de acuerdo con el diario, sostiene que ninguna de las instituciones o dirigentes políticos iraquíes ha "mostrado una capacidad para gobernar el país o siquiera presidir la redacción de una constitución o la realización de elecciones".
Casi 400 soldados estadounidenses han muerto desde el inicio de la invasión, el 20 de marzo, y más de la mitad de ellos desde que Bush declaró terminada la fase principal de combates el 1 de mayo, sin que nada apunte a que la situación se vaya a estabilizar a corto plazo.