REUTERS
BAGDAD, IRAQ. - El jefe de los inspectores de armas de las Naciones Unidas, Hans Blix, llegó a Bagdad para cruciales conversaciones sobre desarme, mientras Estados Unidos insistió en que es necesario mantener el impulso para una posible guerra con Iraq.
Blix llegó acompañado por el jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica de la ONU (OIAE), Mohamed ElBaradei, y no hizo predicciones sobre el éxito de su misión, que tiene lugar antes de un informe que ambos deben presentar el viernes al Consejo de Seguridad.
El reporte podría iniciar la cuenta regresiva para una invasión encabezada por Estados Unidos para desarmar a Iraq de sus presuntas armas prohibidas y ambos han advertido a Bagdad que debe cooperar más para evitar una guerra.
En Alemania, el secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, dijo en una conferencia de seguridad que Washington aún tiene esperanzas de que una guerra contra no sea necesaria, pero el mundo desea seriamente desarmar a Bagdad.
“Nadie quiere guerra. La guerra nunca es una primera opción o una decisión fácil, pero hay que balancear el riesgo de una guerra con el riesgo de no hacer nada mientras Iraq persigue las armas de exterminio”, dijo Rumsfeld en una conferencia anual de seguridad en Munich.
“Está claro que hay impulso, el impulso que envía un mensaje críticamente importante al régimen de Iraq, sobre la seriedad de nuestro propósito y la determinación del mundo de desarmar a Iraq”, dijo Rumsfeld.
“Esto no es de meses o años, sino de días o semanas para que sepamos si van a cooperar. Él (el presidente iraquí Saddam Hussein) no ha sido contenido y está llenando a ese país de todo lo que quiere”, agregó.
Por otra parte, Rumsfeld dijo que el hecho de que la OTAN no haya acordado y ni siquiera planeado medidas mínimas de defensa para Turquía, un vecino de Iraq, ponen en peligro la credibilidad de la alianza y calificó las objeciones de Francia, Bélgica y Alemania de “inexcusables”.
El presidente estadounidense, George W. Bush, ha dicho que las Naciones Unidas tendrá pronto que decidir si apoya las demandas de Estados Unidos de que Iraq abandone sus presuntos programas de armas químicas, biológicas y nucleares o sea desarmado por la fuerza. Iraq niega tener armas de exterminio.
Blix y ElBaradei dijeron que conseguir entrevistas privadas con científicos iraquíes (para proteger de represalias a los informantes) y los vuelos de reconocimiento están dentro de su agenda.
Iraq se ha negado a permitir los vuelos de los aviones espía U2 sobre su territorio, que según Estados Unidos son necesarios para observar los sitios que presumiblemente han sido demolidos o alterados por Iraq.
Iraq hizo algunas concesiones al permitir que los inspectores entrevistaran en privado a cuatro científicos iraquíes el jueves y el viernes.
Blix recibió de buen grado, pero con cautela, este paso de Iraq y advirtió a Bagdad que las inspecciones sólo pueden dar resultado con la “cooperación activa de Iraq, no en proceso, sino en sustancia”.
ElBaradei exhortó a una entrevista con Saddam, la cual dijo que ayudaría para obtener cooperación.
El embajador de Gran Bretaña en la ONU, Jeremy Greenstock, dijo a la televisión estadounidense que Bagdad está a punto de permitir los vuelos de los U2 sobre su territorio.
También expresó que esperaba algo más de los iraquíes, en la forma de una ley que diga que sus ciudadanos no pueden involucrarse en operaciones con armas de exterminio.
Estas tres concesiones fueron planteadas por Blix y ElBaradei hace una semana en respuesta a la invitación de Bagdad para una visita.
Los líderes de Francia y China, ambos con poder de veto en el Consejo de Seguridad, han dicho a Bush que quieren evitar la guerra.
Bush dijo que el “juego se terminó” para Hussein y Estados Unidos ordenó el envío de un quinto portaaviones al Golfo Pérsico, donde está concentrando a miles de tropas.