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Un “claroscuro” 2003

Notimex

México, DF.- El 2003 fue un año de “claroscuros” para la economía mexicana, pues se mantuvo la estabilidad macroeconómica reflejada en bajos niveles de inflación y tasas de interés, pero cerrará con un modesto crecimiento y con una nula generación de empleos.

Aunque durante el año las Finanzas Públicas han reportado un saldo superavitario, sigue pendiente la aprobación de una Reforma Fiscal que permita aumentar la recaudación y con ello el Gobierno cuente con recursos suficientes para atender las necesidades de gasto, sobre todo en materia social.

El Gobierno Federal ha mantenido la disciplina fiscal y realizado un positivo manejo de la deuda externa del país, con lo que la percepción favorable de los inversionistas sobre México continúa reflejándose en un bajo nivel del riesgo-país, aunque las exportaciones registraron un débil comportamiento.

El entorno económico internacional desfavorable y un débil desempeño del mercado interno obligaron al Gobierno a ajustar la meta de crecimiento para este año de 3.0 a 1.5 por ciento y de cumplirse, la economía de México habría acumulado un aumento de sólo 0.7 por ciento entre 2001 y 2003.

A lo largo del año, los analistas privados han ido reduciendo sus expectativas sobre el crecimiento de la economía mexicana y las más recientes se ubican en 1.16 por ciento para todo 2003, aunque para 2004 y 2005 prevén una reactivación de 3.27 y 3.83 por ciento.

La debilidad que ha presentado la economía contrasta con la estabilidad macroeconómica que ha mantenido el país en los últimos años, sobre todo en lo que se refiere al control de la inflación y los bajos niveles registrados en las tasas de interés.

De enero a noviembre, los precios en general acumularon un incremento de 3.53 por ciento, aún dentro del objetivo de inflación fijado por el Banco de México para 2003, de 3.0 por ciento más/menos un punto porcentual. Los especialistas pronostican un incremento de 3.96 por ciento para todo el año.

Las tasas de interés también han alcanzado niveles mínimos históricos (4.14 por ciento en julio en la tasa líder), aunque esta tendencia se revirtió recientemente ante la incertidumbre que hay por la falta de acuerdos para aprobar una Reforma Fiscal. Al 16 diciembre, el Cete a 28 días aumentó a 6.13 por ciento.

El tipo de cambio se había mantenido por debajo de los 11.00 pesos por dólar la mayor parte del año, pero factores externos y los recientes desacuerdos políticos en temas económicos aumentaron la incertidumbre y la volatilidad, con lo que se estima que cierre 2003 en una cotización entre 11.10 y 11.20 pesos. Sin embargo, esta estabilidad macroeconómica no se ha reflejado en la economía real, como lo muestra la Tasa de Desempleo Abierto (TDA), que en agosto alcanzó su mayor nivel de los últimos seis años, al ubicarse en 3.96 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA).

En noviembre, la TDA se ubicó en 3.80 por ciento de la PEA, con lo que en los primeros 11 meses del año promedió un nivel de 3.27 por ciento, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Empleo Urbano que levanta el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática en 32 de las principales ciudades del país.

Cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social refieren una mejora mensual en los empleos formales hacia el final del año, ya que al 30 de noviembre los trabajadores permanentes y eventuales urbanos afiliados sumaron 12 millones 388 mil 943, lo que significó la creación de 44 mil 548 empleos durante dicho mes y el cuarto incremento mensual consecutivo en el número de afiliados.

No obstante, en términos anuales, el saldo sigue siendo negativo: entre el 30 de noviembre de 2002 y el 30 de noviembre de 2003, la afiliación de asegurados permanentes y eventuales urbanos registró un descenso de 0.2 por ciento, al sumar diez millones 741 mil 997 y un millón 646 mil 946 trabajadores, respectivamente.

El 19 de diciembre pasado, el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, dijo que durante este año se habrían generado alrededor de 175 mil empleos adicionales, a pesar de que la economía mostró un desempeño más débil de lo esperado.

Por su parte, el comercio exterior de México resultó afectado por la incertidumbre económica mundial, en especial en Estados Unidos, la cual se agudizó durante los primeros meses del año por la guerra en Oriente Medio, y fue hasta finales de año cuando empezó a mostrar una mejoría.

De enero a octubre de 2003, el déficit comercial acumulado sumó tres mil 634 millones de dólares, monto 34.6 por ciento menor al observado en el mismo lapso del año pasado.

Las exportaciones totales sumaron en los primeros diez meses del año 136 mil 566 millones de dólares, con un ascenso de 1.8 por ciento en relación con la cifra del mismo lapso de 2002, apoyadas sobre todo por las exportaciones petroleras.

En tanto, la importación de mercancías alcanzó 140 mil 200 millones de dólares, cifra que implicó un ligero incremento de 0.4 por ciento respecto a igual período de un año antes.

Las finanzas públicas de México lograron a su vez mantener una evolución favorable a lo largo del año, al acumular un superávit fiscal de 42.9 mil millones de pesos a octubre pasado, monto que se compara favorablemente con el superávit acumulado en el mismo período del año anterior de 11.6 mil millones.

Este superávit fue resultado de un incremento en los ingresos presupuestarios del sector público de 11.6 por ciento en términos reales entre enero y octubre del año, debido a un aumento de los ingresos tributarios de 6.0 por ciento y de los ingresos petroleros de 24.2 por ciento real respecto al mismo período de 2002.

Por su parte, el gasto neto presupuestario del sector público fue superior en 8.5 por ciento real al observado en igual período enero-octubre del año anterior, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Uno de los aspectos positivos este año ha sido el manejo de la deuda externa que ha hecho el Gobierno mexicano, ya que se mejoró el perfil, se ha retirado deuda cara e ineficiente y se ha sustituido por instrumentos en condiciones más favorables, como se hizo con la cancelación de los Bonos Brady.

Con estas acciones se han disminuido los vencimientos de deuda y se ha reducido el costo de la misma y han permitido disminuir el riesgo-país a menos de la mitad de lo que se tenía al inicio de la administración, lo que refleja la fortaleza con la cual se percibe a México desde el exterior.

Al cierre de octubre, el saldo de la deuda pública externa neta se ubicó en 76.3 mil millones de dólares, cifra superior en 0.4 mil millones a la observada el 31 de diciembre de 2002, lo que se explica por un desendeudamiento neto de 2.3 mil millones y ajustes contables al alza por 2.3 mil millones.

En tanto, el saldo de la deuda interna neta del Gobierno Federal al cierre de octubre se ubicó en 855.3 mil millones de pesos, monto superior en 34.1 mil millones de pesos al registrado al cierre de 2002. Para consolidar la estabilidad macroeconómica del país y lograr que la economía alcance su potencial de crecimiento, de acuerdo con analistas, es prioritario que se apruebe una Reforma Fiscal que le permita al Gobierno contar con los recursos suficientes para atender las necesidades sociales y de infraestructura.

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